Pedro Bárcena González

El despliegue de unos 70 funcionarios bomberiles y de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) impidió durante la tarde de ayer que un incendio de pastizales avanzara por todo el cerro Millantuy en Castro y destruyera de paso las viviendas emplazadas en el sector. Incluso, el fuego se propagó a menos de cinco metros de dos inmuebles, cuyos moradores temieron lo peor.

La emergencia se produjo pasadas las 14 horas, cuando las llamas comenzaron a apoderarse de la ladera contigua al Cementerio Parroquial. En instantes e influido por la intensidad del viento, el siniestro se extendió arrasando un área de unos mil 200 metros cuadrados.

Efectivos de la Cuarta y Sexta compañías de Bomberos fueron los primeros en constituirse, constatando el riesgo que implicaba la situación. Y no solo se dio la alarma de incendio forestal, sino también que el ataque se preparó enseguida, sumándose al trabajo voluntarios de la Tercera y Quinta, junto al camión aljibe de la institución.

De acuerdo al segundo comandante Mirko Cárdenas, al llegar al sitio del suceso "nos encontramos con la ladera del cerro ardiendo en unos 100 metros de largo y con una propagación sumamente rápida producto del fuerte viento sur".

Justamente, los ventarrones que se estimaron en cerca de 50 kilómetros por hora fueron los principales obstáculos en el despliegue bomberil. "Producto de este fenómeno, el fuego llegó a pocos metros de las viviendas, pero se logró controlar a tiempo la contingencia, cuyas causas no están precisadas", apuntó el oficial.

En las labores de contención y sofocación de las llamas también intervinieron dos equipos de la Conaf, con unos 20 brigadistas. Gabriel Barrientos, encargado de operaciones de incendios forestales de la entidad, recalcó que el primer ataque fue de Bomberos, pero luego se sumaron ellos para incrementar la fuerza de reacción.

"Se trató de un incendio de matorrales y pastizales, que creemos fue intencional por parte de personas que entran a este terreno. Después de controlar los últimos focos nos encargamos del proceso de liquidación, removiendo terreno con herramientas", acotó el profesional.

Molestia

En medio de estas acciones, vecinos mostraron su preocupación por esta alerta, en especial porque se trataría de un tema repetido en el sector.

Así lo indicó Sonia Oyarzún, propietaria de una de las dos casas que más riesgos corrieron la tarde de este viernes, quien enfatizó que "todos los años pasa lo mismo. La gente viene a botar la basura y ante la falta de limpieza que existe por parte del municipio se producen estos incendios".

Agregó la pobladora que cada temporada estival "nuestras viviendas están sometidas al peligro de quemarse completas. Incluso ahora debimos arrojar agua a las ventanas para que no revienten con el calor".

Igualmente, la fuente hizo un llamado a la autoridad local, insistiendo que "es preciso que se hagan cargo y limpien, todos los años nosotros limpiamos exclusivamente para que no se nos quemen las casas. La municipalidad debe mantener los pastos cortos, como también hay que evitar que sigan arrojando desechos".

Una opinión similar tiene Sonia Díaz, quien por 40 años vive en el sector Millantuy y que también vio como las llamas se acercaron a su hogar. "El llamado es al alcalde (Juan Eduardo Vera) a exigir que al momento en que se limpie el terreno, el personal se lleve los restos, porque se transforman en un material combustible y ahí vienen los focos", sostuvo.

Riesgo

Desde el consistorio, el encargado de Emergencia comunal, Cristian Ruiz, quien también se constituyó en el lugar, reconoció que el cerro es uno de los puntos de riesgo de siniestros forestales que se han identificado y por el cual se trabaja en la administración local.

"Hay varios puntos propensos a incendios forestales de rápida propagación, como el Milluntuy, la cuenca del río Gamboa, el sector de los franciscanos, las poblaciones Prat 2 y Camilo Henríquez, que son lugares complejos, pero en los que se ha realizado una reducción del material combustible", explicó el funcionario.

El también bombero especificó que "ha faltado tiempo" para trabajar en cortafuegos y limpiar algunas de estas zonas, las que muestran una geografía difícil de abordar. "Por ejemplo, este cerro tiene condiciones de mucha pendiente, por lo cual cuesta el trabajo con maquinaria", acotó, sumando que el despliegue seguirá para eliminar al máximo el riesgo, aunque también instó al autocuidado.

"El 99 por ciento de los incendios forestales son intencionales, por lo tanto el llamado es a mantener el cuidado. Está activa la prohibición del uso del fuego y muchas veces las condiciones son adversas, como altas temperaturas y viento, por lo que se debe evitar cualquier acción que llegue a desencadenar un siniestro", concluyó.