Michael Seguel P.

Son los personajes clásicos de cumpleaños, eventos varios y ceremonias. Vestidos con colores llamativos y una disposición a toda prueba, son los trabajadores que aguantan disfrazados las inclemencias del tiempo, la indiferencia y a veces crueldad de los niños, todo para promover marcas de comida, farmacias o promover el ánimo navideño.

Este mes, los más visibles son los Viejos Pascueros, pero también puede encontrar personas disfrazadas de dibujos animados, de logos de empresas y hasta de dinosaurios.

"El solo hecho de estar dispuesto a trabajar disfrazado o con traje es una característica muy valorada por las empresas que requieren este tipo de empleos", dice Néstor Milano, director ejecutivo del sitio Laborum.com.

Dado el interés que genera este nicho de trabajadores, La Estrella consultó a un grupo de expertos cuáles son las claves para tener éxito en este rubro.

30 minutos para comer

Diego Toro es estudiante de ingeniería comercial. Cuenta que, por su personalidad, no tiene problemas para disfrazarse de búho o astronauta, algunos de los atuendos que ha usado.

Plantea que lo primero que se debe hacer es negociar las condiciones de trabajo: "Como mínimo se debe negociar con el productor del evento el tiempo destinado al almuerzo. Éste debe ser de 30 minutos en el caso de jornadas de uno o más días de trabajo".

Ropa delgada

En jornadas calurosas, la ropa que lleve es un factor relevante. Una buena idea es elegir prendas delgadas, que lo ayuden a estar de pie largos ratos, sin deshidratarse.

Diego Toro recomienda también llevar una toalla para no transformarse en un "sauna humano" y "ropa de cambio. Una polera y ropa de interior de cambio harán la diferencia".

Los descansos

Otra recomendación para mantenerse hidratado es consumir agua o bebidas isotónicas cada 20 o 25 minutos.

Dado que los trajes son un factor que dificulta realizar esta, en otras circunstancias, simple tarea, tiene dos opciones: apartarse brevemente de su labor, sacarse el traje e hidratarse, o bien usar una bombilla para tomar agua a través de los orificios que los trajes suelen tener en la parte superior.

La idea es hacer esto con rapidez, para no afectar la promoción de los productos. "Ahora, si hay más personas disfrazadas, hay que turnarse con ellas para que los plazos de descanso aumenten sin que se note nuestra nuestra ausencia", recomienda Toro.

buena disposición

La paciencia es la madre de todas las ciencias. Este refrán se aplica a las personas que están detrás de un disfraz corpóreo, debido a la cantidad de niños malcriados que patean, golpean y palmotean a estos trabajadores. Para enfrentar todo esto, la buena disposición es la clave.

"Contar con habilidades blandas como sociabilidad, actitud positiva, creatividad y tolerancia a la frustración, es fundamental para quienes postulan a estos cargos", acota Milano.

Algo que, por ningún motivo debe hacer es aprovecharse del anonimato y devolver los golpes. En caso de un problema con un cliente, recurra siempre a su supervisor.

Ojo con el baño

Ir al baño es otra tarea sencilla, que se complica trabajando disfrazado. La recomendación en este caso es tratar de ir antes de ponerse el disfraz. Así evitará pedir permiso a su jefatura y, sobre todo, la incomodad de tener que sacarse y volver a poner el disfraz.

"En el caso de situaciones de urgencia y cuando el traje sea muy pesado o la persona tenga que sacarse algún accesorio incómodo, como un casco, por ejemplo, lo ideal es pedir ayuda a otra persona y solicitarle que nos acompañe al baño para sostener el traje o que coopere para salir de éste", manifiesta el estudiante Diego Toro.

"Contar con habilidades blandas (...) como tolerancia a la frustración, es fundamental para quienes postulan".

Néstor Milano,, director ejecutivo de Laborum"

25 minutos es la frecuencia con la que deberá hidratarse si está trabajando con un disfraz.