Jóvenes cooperan en la prevención de los incendios
Labor voluntaria de los "Trabajadores para Cristo" permite que abuelitos que son vecinos de predios forestales puedan implementar medidas de prevención.
En septiembre pasado se definieron los primeros planes locales de prevención de incendios forestales, los que no sólo coordinan las acciones de reacción, sino que también hacen hincapié en la parte educativa y de prevención.
La instancia nació tras los siniestros forestales que azotaron al centro y sur del país a principios de año, y ya están trabajando activamente en adoptar las medidas necesarias que les permitan enfrentar de manera más segura la próxima temporada.
Sin embargo, los vecinos no siempre tienen la fuerza o las herramientas para realizar las tareas que implica la prevención.
Voluntarios
Esta necesidad fue detectada por un grupo de jóvenes que se había propuesto ayudar a sus comunidades. "La idea inicial era limpiar los sitios de las personas que no pueden hacerlo por sí mismos, discapacitados y tercera edad", cuenta Marcelo Abarca, pastor evangélico que colabora codo a codo con los voluntarios de "Trabajadores para Cristo", que se han sumado a la causa.
La labor principal de la agrupación es hacer un "raspado" alrededor de las casas, reducir la cantidad de combustible, desmalezar, e incluso podar.
"Es una tarea pesada, es muy agotador", reconoce Abarca, ya que trabajan en terrenos disparejos, entre malezas, pero "son jóvenes que entienden bien el voluntariado. No queremos nada a cambio, sino que sólo queremos ayudar y hacer el bien, ni siquiera esperamos gratitud".
Beneficiados
Pero indudablemente, quienes han recibido las visitas de los voluntarios están agradecidos. "Una señorita nos contactó y trajo a los chiquillos", relata Patricia Figueroa, que vive en Millahue, comuna de Hualqui, y donde los jóvenes limpiaron la casa de su madre.
"Tiene 87 años así que no tiene cómo hacer lo que se requiere. Estamos muy agradecidos de los chiquillos. Los atendimos con un almuerzo, porque se portaron súper bien", contó la mujer.
Por ahora el grupo está conformado en su mayoría por jóvenes de la iglesia Asamblea de Dios Cristiana de Quillón, pero el pastor confiesa que les vendría bien más ayuda.
Detalla que "hay unos seis o siete lugares donde sabemos que vamos a ir, pero hay más, así que estamos abiertos a ir, dependiendo de las manos que se nos ofrezcan".
Por ahora, los mismos jóvenes han ido contactando a más amigos en otras iglesias a través de las redes sociales, para que se sumen a la causa u puedan llegar a más personas.
Marisol Romero, que trabaja en una empresa forestal y participa en la iglesia, ha ido coordinando los trabajos con las comunidades. "Llegamos a trabajar en los puntos críticos, apoyando a la red de prevención comunitaria que existe", cuenta la prevencionista de riesgos, para quien toda acción preventiva que se tome, suma. "Priorizamos el trabajo en sectores ya afectados por los incendios, y donde tienen más factores de riesgo de incendios rurales", detalla.
Asegura que, además de los conocidos cortafuegos "es importante despejar los techos, porque las casas se empiezan a quemar por la caída de pavesas. Si los techos están limpios se reducen considerablemente las posibilidades de incendio".
Los voluntarios ya visitaron San Antonio de Davi en Florida, Millahue en Hualqui, y ya se preparan para otras jornadas de trabajo en otros lugares de Chiguayante, Concepción y Penco.
Cuentan que cuando llegan, hay un poco de incredulidad por parte de los vecinos al inicio, pero que siempre las jornadas terminan siendo positivas para todos.
"Hay distintas experiencias y hemos entendido que es importante escuchar sus preocupaciones también", señala el pastor. "Hemos ido avanzando progresivamante hacia un evangelio puesto en marcha, donde queremos atender las necesidades sociales".
"No queremos nada a cambio, sino que sólo queremos ayudar y hacer el bien".
Marcelo Abarca,, pastor y trabajador voluntario"
154 comunidades del Bío Bío están implementando comités de prevención.
350 localidades confirman la red de prevención comunitaria en 90 comunas del país.