Michael Seguel P. - Medios Regionales
Eternos minutos en la micro, el auto o el taxi para llegar al trabajo y otros tantos para volver a la casa. Esa es la rutina que muchos trabajadores tienen de lunes a viernes, para cumplir con sus obligaciones.
¿Se tratará de tiempo irremediablemente perdido o habrá alguna forma de hacerlo rendir?
Frente a esta pregunta es que La Estrella consultó a expertos sobre actividades que se puedan hacer en los minutos que dedique a estos viajes.
Una tarea desafiante, ya que como dice la directora de cuentas de consumo de Adecco, Paula Penjean, "aprovechar y transformar los tiempos muertos que se generan en los traslados hacia el trabajo, es una manera de optimizar nuestras actividades diarias".
Responder Correos
Aunque suene cero relajante, la productividad puede ser una opción para aprovechar estos viajes.
Si está sentado o parado en la micro, o en el asiento del taxi, puede responder de forma breve los correos de su trabajo.
"Ya no necesitamos estar en una oficina o lugar determinado para realizar labores, informes o tareas pendientes y, en ese sentido, ocupar los momentos de traslados, largos y agotadores, puede ser de gran ayuda a la hora de avanzar con nuestras tareas de aprender temas nuevos y de conectarnos con el mundo. Siempre y cuando esto no coloque en riesgo nuestra propia seguridad", dice Penjean.
Por este motivo, esta práctica no es recomendable si es que está detrás del volante. Y recuerde que por mirar un correo o usar el chat puede ser multado por Carabineros.
Retomar el contacto
Si tiene algún pariente o amigo del colegio que no ha visto hace tiempo, otra opción es aprovechar los traslados para recuperar ese tiempo perdido.
"Hoy existen varias alternativas para realizar algunas actividades que nos saquen por un momento del tedio que pueden significar el tráfico, como por ejemplo hacer una llamada través de sistemas de manos libres a un familiar o escuchar algún programa noticias o, simplemente, escuchar radio", añade Penjean.
Ahora, si la locomoción pasa cerca de la casa del familiar o de su amigo, pase a verlos aunque sea 15 minutos, no sea mala gente.
Leer lo que quiera
Hay cosas que por tradicionales y obvias nunca van a cambiar. Leer un libro, el diario (o los largos suplementos del domingo), una revista, sea en papel o con el celular, también es una forma de informarse e incluso aprender mientras se traslada.
"El mensaje es cuidar el tiempo libre personal y aprovechar de hacer actividades que relajen y desconecten de la responsabilidad del trabajo, como escuchar música, leer un libro", aporta la psicóloga laboral Claudia Valdés.
Es importante que se trate de una lectura de su gusto, no se fuerce a leer cosas relacionadas con el trabajo, ya que podría terminar todavía más cansado al llegar a su hogar.
Aprender y aprender
"Si se está motivado por aprender algún idioma en el trayecto como, por ejemplo, el inglés, podemos escuchar podcasts y tomar cursos en línea", añade Valdés. Lo ideal es que sean audios breves, en un viaje que no supere los 30 minutos, para así aprovechar el traslado, consigna.
"Si se cursa un postítulo o un diplomado, se puede repasar la materia en el trayecto cuando hay exámenes, pero restringiendo esa acción solo a algunos días, para que esto no sea una rutina pesada que termine asociando el postítulo a una sensación negativa", suma la psicóloga.
Ahora bien, tenga presente que el grueso del estudio que debe realizar para el curso que esté tomando, es mejor idea hacerlo en un ambiente con menos ruido y donde se pueda concentrar con mayor facilidad.
"Si está motivado por aprender algún idioma en el trayecto, como por ejemplo el inglés, podemos escuchar podcasts y tomar cursos en línea".
Claudia Valdés,, psicóloga laboral."