Mauricio Muñoz Moreno
La estela de dolor y tristeza que ha dejado el terremoto 7,1 de magnitud Richter que afectó a Ciudad de México y otras áreas del centro sur de ese país, este 19 de septiembre, también se hizo sentir en Chiloé. Sí, porque aunque lejos de su patria, los mexicanos residentes en la provincia han hecho causa común con sus compatriotas afectados.
La distancia no ha sido un obstáculo para solidarizar con lo que acontece en el país azteca. Así lo evidenció el médico cirujano Daniel Flores, quien trabaja en el Hospital de Castro, quien compartió que no tiene familia en el lugar de la catástrofe porque es originario de Torreón, en el estado de Coahuila.
"Mi ciudad es del norte del país, a más de 1.200 kilómetros de Ciudad de México, pero la verdad que fue algo muy devastador. Gracias a Dios, no tengo familia allí, pero igual la situación que se vive es compleja", mencionó.
"Pese al sufrimiento, rescato el espíritu de solidaridad que surge en estos momentos, al margen de la corrupción y otros males por lo que se nombra a México", expresó el extranjero que reside en la capital chilota.
Chileno en puebla
Distinto es vivir la situación y contarla en primera persona, como lo experimentó el diseñador gráfico chileno Marcel Mathieu, quien vivió en Castro y que experimentó el terremoto mexicano cuando se dirigía a Puebla para organizar una conferencia relacionada con el trastorno del espectro autista (TEA).
El nacional oriundo de la Región del Bío Bío y que mantiene lazos con Chiloé inició una cruzada en bicicleta el año pasado pretendiendo unir América para concientizar sobre el TEA.
"Me encontré con Puebla derrumbado y mucho temor en la gente. La reunión a la que asistía se canceló y las actividades escolares y de afluencia masiva por una semana, al menos", compartió desde el país azteca.
Solidaridad
El dolor ha hecho despertar el anhelo de ayuda y no quedarse de brazos cruzados, como lo señaló Gabriela García, una mexicana oriunda de Guadalajara y que echó raíces en Dalcahue, donde además encontró el amor.
Esta joven trabaja como recepcionista en la empresa Blue Shell e inició una campaña solidaria para ayudar a sus connacionales que hoy viven los efectos de la devastación en un país que solo en septiembre ha sido afectado por dos terremotos.
"Inicié una colecta para reunir dinero que irá en beneficio de Topos, una ONG mexicana de rescatistas. Tengo una cuenta RUT (23.518.359-5) donde se pueden hacer depósitos. Esto será transparente y tendré cada comprobante de los donativos", arguyó la joven del estado de Jalisco.
Chile y méxico, unidos por el mismo sentimiento
Daniel Flores, médico oriundo de Torreón, vive en Castro.
"Mi familia se enteró tarde porque ellos vive en el norte de México, muy cerca de la frontera con Estados Unidos, en Torreón, y en mi zona no tiembla nunca y la mayoría de la gente se enteró por los medios de comunicación. En un principio hubo temor, pero todos están muy bien, sin problemas ", relató el médico.
Gabriela González vino de Guadalajara y reside en Dalcahue
"En mi ciudad no se sintió, fue en la Ciudad de México, Puebla y Morelos, donde tengo familia. La noticia me impactó pero mi familia, gracias a Dios, está bien. Ellos me cuentan que fue muy fuerte y que les recordó lo vivido hace 32 años en la misma fecha. Fue traumático el volver a vivirlo", sostuvo la recepcionista.
Marcel Mathieu, chileno que vivió el terremoto en Puebla
"Personalmente, solo el susto, pero sí hay mucho dolor. Pues si fue fuerte no te podría decir cuánto duró porque se pierde un poco la dimensión del tiempo. Yo iba camino a Puebla desde Ciudad de México a una reunión, ya que estoy organizando un congreso sobre TEA para fines de mes", manifestó el diseñador.
19 septiembre se desató la tragedia, a 32 años del sismo que mató a miles en 1985.