Chiloé: apuestan por recuperar la arquitectura patrimonial
El Taller Patrimonio & Restauro, nació hace dos años en la capital chilota gracias a la inspiración de tres jóvenes profesionales que salen al rescate de la esencia insular manifestada en sus construcciones.
Hace tan solo dos semanas recibieron de manos de la propia Presidenta Michelle Bachelet el Premio de Conservación de Monumentos Nacionales en la categoría "Promesa 2017". Compuesto por tres arquitectas, el Taller Patrimonio & Restauro, nació hace dos años en Castro, con la misión de rescatar y poner en valor el patrimonio arquitectónico del Chiloé profundo, ese bien tangible que ha sido reconocido a nivel nacional e internacional por ser parte de la historia y cultura de este Archipiélago.
Integrado por Macarena Almonacid, Olivia Medina y Katerine Araya, todas profesionales de vasta experiencia en la ejecución de proyectos de intervención de las iglesias chilotas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, este grupo ha sido también capaz de emprender trabajos de alta connotación.
Dentro de este despliegue se encuentra el desarrollo de la Escuela de Carpintería Chilota conjuntamente con la Universidad de Los Lagos, la recuperación de tres fachadas de inmuebles patrimoniales de calle Centenario de Chonchi, la restauración del templo de Huyar Bajo en Curaco de Vélez, entre otras iniciativas.
Al respecto, una de las arquitectas, Katerine Araya, recuerda que "nos conocimos trabajando en la Fundación de Amigos de las Iglesias de Chiloé (Faich), una vez que terminaron nuestros contratos nos propusimos seguir trabajando en restauración, siempre todo enfocado en el tema patrimonial. En diciembre del 2015 no constituimos de manera formal".
Esta particular agrupación cuenta también con el apoyo de experimentados carpinteros chilotes, quienes con su sabiduría han sabido plasmar a través de sus trabajos la idiosincrasia y cosmovisión del hombre insular y ayudarlas en la creación de la Escuela de Carpintería Chilota.
"Este proyecto es muy bonito, nos convocó a trabajar la Universidad de Los Lagos con el objetivo de poner en valor el oficio de carpintero en madera. Lo que hicimos fue proponer un curso con ciertos contenidos, que nos permitía incorporar a personas (carpinteros) con vasta experiencia en sistemas constructivos que son los que materializaron las iglesias Patrimonio de la Humanidad y poder certificarlos y vincular este oficio a la carrera de técnico en construcción formando gente joven", señala Macarena Almonacid.
Procesos
Ha sido tal el impacto positivo que ha tenido esta experiencia impulsada por estas jóvenes, que la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, está interesado en incorporar esta escuela de carpintería dentro de los procesos de restauración que se licitarán a futuro y en la pronta restauración de la Iglesia de Carelmapu.
Motivadas por recuperar los bienes materiales que son parte de la historia de este territorio insular, estas profesionales han logrado estrechar lazos con las comunidades y poder concretar proyectos de impacto social, como el que hoy están desarrollando en la Iglesia de Huyar Bajo, templo que cumplirá próximamente 200 años.
"La gracia de este proyecto es que se está realizando a través de una minga que involucra a la comunidad, donde precisamente está el patrimonio intangible, por ello es que siempre hemos querido incorporar a la comunidad en los procesos de restauración, pues son ellas las que generan el patrimonio y las que están encargadas de mantenerlo de aquí a la eternidad", recalca Olivia Medina.
Procesos
Pero, ¿qué pasa con los bienes patrimoniales que no están protegidos? Una de las expertas, la ancuditana Macarena Almonacid, explica que hay que seguir impulsando y aportando con iniciativas que puedan normalizar esta situación, como fue la confección de los expedientes de las iglesias de Llau Llao, Quetalco y la San Francisco de Ancud, que lograron su declaratoria como Monumento Nacional.
"Este trabajo que hicimos surgió del llamado que hicieron las propias comunidades y párrocos de estas iglesias que nos invitan a trabajar en este proceso. Desarrollamos un proyecto Fondart y gracias a esos fondos pudimos hacer los expedientes que enviamos a Monumentos Nacionales y luego lograr su declaratoria", menciona la exalumna de la Universidad Austral de Valdivia.
Ante la falta de protección de innumerables inmuebles de gran valor patrimonial que persisten en la provincia, Olivia Medina afirma que "este cuidado, por ejemplo de los templos, no sólo debe venir por leyes impulsadas desde el Estado, también debe venir de las propias comunidades. Hemos visto algunas que han dejado estar sus iglesias esperando que alguien haga algo, mientras que hay otras comunidades muy empoderadas que se han preocupado de seguir trabajando, manreniendo sus templos como corresponde, como es el caso de Huyar Bajo y San Javier, por nombrar algunas porque son muchas".
Respecto a la génesis que las motivó a trabajar la recuperación del patrimonio arquitectónico de Chiloé, Katerine Araya asegura que "esto nos apasiona".
"Desde que nos formamos profesionalmente y trabajamos en la Faich nos apasiona lo que hacemos, veníamos todas con interés previo en el patrimonio y la verdad es que Chiloé es un universo inmenso para poder trabajar en ello. No sólo están las iglesias, también la casas pero por sobre todo el patrimonio vivo. Hay mucho por hacer y nosotros queremos colaborar en ello", acota.
En cuanto al premio que recibieron hace un par de días de manos de la Presidenta Bachelet, las tres arquitectas señalan que lo toman como un aliciente para seguir trabajando y aportando desde su experiencia, en la conservación de la cultura del territorio insular.
En la actualidad el Taller Patrimonio & Restauro está trabajando también en la restauración de la iglesia de Punucapa en Valdivia y el catastro de casas patrimoniales de Río Bueno. A ello se suma el desarrollo de una publicación de tres libros sobre los procesos de restauración de las iglesias de Nercón, Chelín y Dalcahue.
"Tenemos la tremenda fortuna de ser parte de este maravilloso territorio".
Katerine Araya,, arquitecta."
"Hay que trabajar en la restaruación de las iglesias, pero siempre respetando el quehacer de las comunidades".
Macarena Almonacid,
arquitecta."