Arte y tecnología se unen por la inclusión en Escuela Amanecer
Más de medio centenar de alumnos entre 3 y 26 años de edad conforman el único establecimiento de educación diferencial chonchino que trabaja por la inserción de sus educandos en la comunidad.
Una fusión impensada en el sistema educacional convencional hasta hace una década, es la que vive por estos días la Escuela Diferencial Amanecer al combinar los mundos del arte y la tecnología.
El plantel educacional chonchino ubicado en la calle Pedro Aguirre Cerda surgió hace seis años como una alternativa de integración social y aceptación en la comunidad, siendo la consigna de la institución que funciona bajo el alero de la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor.
Sus 52 alumnos que van desde los 3 a 26 años de edad saben de esfuerzo y constancia si de insertarse en la sociedad se trata. Un equipo de profesionales de la educación diferencial abrazó el desafío de iniciar un largo camino de formación e integración de sus alumnos que día a día libran una verdadera lucha por superarse a sí mismos.
Apeche, Cucao, Púlpito y Chonchi son algunos lugares de orígenes de los educandos que cada mañana llegan a este establecimiento para ser parte de un completo programa pedagógico y laboral que busca proyectarlos en la propia ciudadanía.
En sus aulas se respira unidad y aprendizaje a través de talleres extraescolares tan variados como pintura, cerámica, preparación de productos en conserva y de rehabilitación física.
Y un componente que irrumpe con fuerza en materia de innovación es en este caso la disponibilidad de recursos tecnológicos al servicio del alumnado de este centro de enseñanza.
Orígenes
Con solo nueve estudiantes la escuela Amanecer inició su labor de enseñanza diferencial y de inclusión social en la comunidad chonchina. Es el recinto de esta especie más nuevo que funciona en la provincia y que ha potenciado las habilidades o patrones de conducta de sus niños.
Un diagnóstico en el mes de marzo permite diseñar un modelo de trabajo tanto individual como colectivo, siendo la base para el plan anual que realiza la unidad escolar con sus educandos.
La docente Tamara Oróstica aclara que cada funcionario y sus jóvenes se fijan retos para cumplir dentro de los plazos previstos en la propia comunidad. Una forma de evaluar los niveles de progreso de cada uno de sus integrantes.
Sostiene que "cuando comenzamos el año hacemos una evaluación y a partir de eso nosotros planificamos nuestro año en base a las habilidades que tienen, planificamos objetivos para cada uno de ellos".
"En nuestra evaluación nos damos cuenta quiénes tienen posibilidades de aprender a leer y escribir, hay otros niños que a lo mejor necesitan desarrollar habilidades de percepción, de atención, habilidades de la vida diaria, depende en realidad del chico", recalca la maestra.
El taller laboral de cerámica es una de las áreas más antiguas con que cuenta la escuela y que ha sido concebido para alumnos que tienen entre los 18 y 26 años. Otra de las especialidades se asocia al dibujo y pintura que se complementa con en uso de recursos tecnológicos tales como tablets y notebooks, siendo esta una de las novedades pedagógicas.
"Desde el año pasado estamos con pizarras interactivas, actualmente los chicos son tecnológicos, la mayoría de ellos aprenden de la tecnología, tienen a su alcance la internet, los tablets, los celulares, nos ganamos un proyecto y tenemos pizarras interactivas, tablets para todos los alumnos, tenemos nuestra sala de computación", cuenta Oróstica.
El rol de los padres de los menores es otro factor que no escapa al programa formativo que realiza esta escuela en el entendido de ir experimentando progresos en la vida diaria de los escolares.
Asegura la profesora de educación diferencial que "el apoyo de los padres es el pilar fundamental en el proceso de aprendizaje de todos los chicos, sin ellos es difícil poder lograr objetivos, pensando por ejemplo en niños de retos múltiples, niños que le estamos enseñando, por ejemplo, a comer, si tratamos de desarrollar esa habilidad acá en el colegio y no se refuerza en la casa, es difícil poder tener logros más rápidos".
Experiencia
Cada funcionario sabe que la enseñanza que propicien a sus alumnos es fundamental para la vida y cuyos resultados se hacen evidentes con cada una de las etapas que se van cumpliendo de manera gradual.
"Empecé desde lo más básico, haciendo ceniceros, ahora hago cosas nuevas, hago cuadros igual", enfatiza Natalia Cárdenas, alumna de 21 años, originaria del sector Púlpito en Chonchi.
La joven muestra con orgullo el trabajo que realiza de la mano de su profesor y que gracias a las herramientas que dispone le ha permitido exponer sus creaciones manuales. "Ha sido súper entretenido, me gusta harto la cerámica y creo que si me llego a ir voy a seguir trabajando en esto", explica.
Su docente, Claudio Figueroa, explica que el taller de cerámica ha sido un valioso instrumento para sus alumnos que con inusual rapidez han captado e implementado los conocimientos para realizar sus propios trabajos.
"Acá hay harta diversidad, tenemos alumnos que son súper funcionales y hacen todo casi en forma independiente y tenemos otro grupo de estudiantes que son un poco más dependientes, pero tienen siempre algo que entregar", aclara.
Otra de las educadoras, Solange Inostrosa, argumenta que "es como una fuente laboral porque la idea es prepararlos a ellos para un mundo laboral a futuro, para un ingreso de dinero. La verdad es que llevo un año trabajando acá y este es mi primer año trabajando con retos múltiples, ha sido una experiencia muy linda".
La proyección de la Escuela Amanecer consiste en egresar a sus alumnos e insertarlos en el mundo del trabajo con sus habilidades y competencias demostrando que es posible la inclusión social.
"Tenenos pizarras interactivas, tablets para todos los alumnos".
Tamara Oróstica,, profesora diferencial de la ecsuela Amanecer.."
"Me gusta harto la cerámica y creo que si me llego a ir voy a seguir trabajando en esto".
Natalia Cárdenas,
alumna del taller de cerámica de la Escuela Amanecer."