Levantan joya arquitectónica en medio del bosque araucano
Universitarios estadounidenses recorren el mundo dejando construcciones en madera. La zona de Arauco fue la última beneficiada. Conozca el origen de este proyecto en una zona paradisíaca del sur de Chile.
Christian Ovalle Ríos - La Estrella de Concepción
La historia cuenta que Caupolicán fue designado toqui de los araucanos luego de sostener el tronco de un árbol sobre sus hombros durante dos días y dos noches. Esto habría ocurrido en Pilmaiquén, Región del Bío Bío, una vasta zona de bosques y colinas que incluye a Antihuala, localidad que hoy guarda un tesoro arquitectónico fabricado cien por ciento en madera.
Entre junio y agosto de este año, trece estudiantes del Illinois Institute of Technology de Chicago (Estados Unidos), junto a su profesor Frank Flury construyeron un pabellón multiuso en medio del bosque y a los pies de una laguna de seis por seis cuadras de extensión. Sin embargo, la historia de esta obra empezó en Italia, cuando el arquitecto del pabellón chileno en la Expo Milán, Cristián Undurraga, conoció al profesor Flury. Allí, el docente estadounidense le cuenta al chileno que él y un grupo de alumnos del taller de diseño de dicho instituto viajan a distintas partes del mundo a realizar proyectos de construcción en madera. Es así como Undurraga le habla sobre Antihuala, comuna de Los Álamos.
Alemania, Indonesia y Ghana son algunos de los lugares donde el profesor Flury y sus alumnos han estado construyendo obras arquitectónicas en madera. Todas tienen que ver con el entorno al que se enfrentan y la historia de cada localidad. La de Chile es de pino, tiene cinco metros y medio de alto y doce de fondo y, según el trabajo de investigación de los estudiantes, tiene dos geometrías muy poderosas, la forma triangular y el patrón de escalonamiento obtenidos del paisaje de Chile que reflejan las montañas y los textiles mapuches que se fusionaron en la obra.
"Encontramos que el diseño es como el puzzle Tangle Bees (laberinto de abejas) como una textura modular de un símbolo mapuche que se refleja en el lago, creo que es la mejor manera de representar la cultura y la naturaleza en este tipo de estructura", sostiene el estudiante chino Kun Hu.
"La investigación la comenzamos en Chicago, tratando de entender la cultura de Chile y decidimos hacer el estudio y, por supuesto, las cosas son diferentes en el terreno, así que seguimos el estudio en terreno, conociendo la orientación de la laguna, para escoger un buen lugar para el proyecto", agregó la estudiante etíope Stella Eyesus.
Dylan Otte, de Estados Unidos, calificó la experiencia como increíble. "Llegar a una comunidad que ha sido tan encantadora y que nos ha recibido con los brazos abiertos para ayudar en todo lo que puedan para construir el edificio y también aprendiendo nuevas técnicas de construcción con ellos, es muy inspirador", recalcó.
Respecto a los detalles técnicos de la obra, el profesor Frank Flury sostiene que una de las cosas más importantes fue usar siempre materiales de la zona y construir con el menos impacto posible en el medio ambiente. "Construimos solo diez cimientos para soportar todo el edificio y mezclamos todo a mano. En la parte exterior utilizamos un revestimiento de pino de la zona y lo carbonizamos, lo que protegerá la madera de los insectos, humedad y lluvia. Esto produce un efecto muy duradero y sin necesidad de mantención", añadió.
La experiencia de convivir con el entorno cultural, su naturaleza, la relación con los vecinos y construir en madera con sus propias manos son los principales beneficios que el profesor Flury destaca de este viaje con los futuros arquitectos.
Comunidad
El pabellón multiuso que fue levantado al interior de un predio de Bosques Arauco servirá como punta de lanza de un proyecto más grande. "La idea es que podamos cerrar el pabellón por los lados por el clima. Lo complicado, eso sí, es que no queremos matar la esencia de lo que se ha hecho", manifestó el alcalde de Los Álamos, Jorge Fuentes.
"Ahora, en septiembre, queremos poner baños y sistemas de agua, para empezar a fomentar a que la gente venga a la zona por actividades musicales, talleres, o cualquier cosa que se pueda hacer en el pabellón", sumó. De hecho, los antihualeños ya han podido disfrutar de las bondades naturales que ofrece el espacio, ya que en el sector hay un taller de kayak.
"Fue un trabajo súper serio y desgastante. Los estudiantes norteamericanos trabajaron de lunes a domingo, porque estaban bien motivados", agregó el edil.
"Llegaron el 29 de mayo y empezaron a trabajar de inmediato", reveló Humberto Mendoza, presidente de la Agrupación para la Conservación de la Laguna Antihuala. "En la agrupación somos como veinte integrantes, pero yo veo que el nivel de participación de la gente de acá es muy débil", reconoció Mendoza. "Es una tarea educativa importante. Hay que hacer un trabajo en las escuelas que permita que los niños se sientan identificados y conozcan su historia", indicó.
"Esta laguna es un tesoro desconocido, por lo que hemos trabajado para abrir senderos para su acceso, en especial para que escolares puedan desarrollar investigación en este laboratorio natural. La construcción de este pabellón es el punto de partida para desarrollar muchas actividades, por ejemplo en el área cultural", mencionó Mendoza.
Conservación
"Este proyecto significó trabajar en conjunto con la comunidad y las autoridades locales para fortalecer la conservación de la laguna. Para la empresa es muy importante ya que Los Álamos tiene una gran cantidad de trabajadores, que además son vecinos de nuestro patrimonio forestal", dijo Mauricio Leiva, subgerente de asuntos públicos de la empresa dueña del terreno.
Por estos días se están haciendo los trámites para traspasar el espacio a la municipalidad. "El terreno, al ser privado, no podemos postular a fondos públicos de inversión, así es que ahora necesitamos un comodato por parte de Arauco para poder acelerar los procesos", detalló el alcalde.
El deporte que se desarrolla en el entorno de la laguna también es muy importante para los vecinos; así lo confirmó el profesor del taller de Kayak de Antihuala, Gerardo Martínez: "Nuestra zona es bastante lluviosa, pero con esta obra de madera que tiene un buen techo permitirá realizar más actividades, desde lo más simple como cambiarse ropa hasta recibir atletas de otros lados con el fin de prestar un servicio de calidad".
Así, la tierra de Caupolicán está luchando por volver a ser una zona tan importante como fue hace cerca de 500 años, pero esta vez por el turismo comunitario. "La idea, a largo plazo, es ir convirtiendo esto en un parque para la comunidad con bicicletas de agua y káyaks. Que sea un espacio para cualquier actividad, pero manteniendo el cuidado por el medioambiente", aseguró el alcalde de Los Álamos.
"La investigación la comenzamos en Chicago, tratando de entender la cultura de Chile".
Stella Eyesus
estudiante de Etiopía."
"Fue un trabajo súper serio y desgastante. Los estudiantes trabajaron de lunes a domingo".
Jorge Fuentes, alcalde de Los Álamos."