Fieles desafiaron el mal tiempo para venerar al Nazareno en la isla Caguach
Muchos no lograron embarcarse, pero cerca de 800 devotos se sumaron a la fiesta religiosa.
Las inestables condiciones meteorológicas, que incluso mantuvieron los puertos cerrados para embarcaciones menores de 25 toneladas de registro grueso, impidieron que un mayor número de fieles llegara ayer hasta la isla Caguach para venerar a Jesús Nazareno.
Unas 400 personas esperaron por largas horas poder embarcar en Achao, puerto del que tradicionalmente zarpa la mayor cantidad de naves, pero solo algunos tuvieron la opción de viajar.
La falta de barcazas prestando el servicio fue uno de los factores que generó este inconveniente, por lo que se estima que a la 'Isla de la Devoción' arribaron entre 600 y 800 personas.
Pablo Soto, oriundo de Río Bueno, Los Ríos, fue uno de los afortunados que la mañana de ayer pudo embarcarse en Achao tras esperar cerca de tres horas.
"Nosotros somos católicos, sabíamos del Nazareno hace varios años y se dio la ocasión de venir ahora", afirmó el fiel, sumando que desde el lunes intentó cruzar a la ínsula, pero no lo consiguió antes.
Desde Quemchi salió Marcela Arce en la única embarcación que zarpó desde ese puerto con destino al santuario y tras tres horas de navegación pudo arribar para agradecer al Nazareno como intenta hacerlo todos los años en esta época.
Para la puertomontina Nancy Aguilar este fue un viaje especial, ya que conoció al Nazareno hace 10 años cuando su hermano estaba gravemente enfermo.
"Cuando él estaba inconsciente le encontré un trapito de color lila en sus manos, pensé sacárselo y resulta que una auxiliar me dice: 'Señora, yo soy de Caguach y no se lo saque porque ese es del traje del Nazareno", afirmó la peregrina que abordó la barcaza Melina II a las 22 horas del lunes para llegar de madrugada al santuario patrimonial.
En la misma nave viajó Moisés Figueroa, oriundo de Puerto Aysén, quien se trasladó por tercera vez para agradecer a Jesús. "Vengo por la fe y también a pedirle algo", acotó.
Protección
Un mensaje al mundo católico entregó el obispo de la Diócesis de Ancud, Juan María Agurto, invitando a los creyentes a "cuidarnos y a cuidar nuestro entorno, nuestra sociedad, cuidemos nuestras instituciones, busquemos vivir con un amor misericordioso".
Además, el religioso expuso que "todos tenemos días especiales en nuestras vidas, hay días en que vivimos más intensamente y para nosotros cada 30 de agosto es un día muy particular donde Jesús nos hace sentir su presencia más intensamente y nos venimos a poner delante del Señor".
Cuando aún había un reducido número de personas en el santuario se desarrolló la primera misa a las 10 horas, mientras que la eucaristía central comenzó a eso del mediodía, para posteriormente dar paso a la procesión de la imagen por la explanada.
Medidas
Según lo explicado por Ricardo Barrios, jefe de operaciones de la Gobernación Marítima de Castro, los puertos estuvieron cerrados para las embarcaciones menores de 25 TRG por un tema de seguridad y salvaguardar la vida humana en el mar.
"Se registran vientos en la zona de 15 a 20 nudos, con rachas de 25 nudos y con pronóstico de lluvia y se tiene registrado que han llegado cerca de 600 personas, lo que no es poco, nosotros pensamos que iba a venir menos gente", sostuvo el teniente primero.
A su vez, el jefe de la Subcomisaría de Achao, capitán Jorge Mansilla, mencionaba que "la fiesta se ha desarrollado -hasta el cierre de la edición- en forma normal".
Seis unidades navales en el área y efectivos en tierra, tanto de la Armada, 24 Carabineros y la Policía de Investigación, trabajaron para velar por el normal desarrollo de la festividad.
Misa extra
Terminaba la procesión y aún venía en camino la última nave con fieles que lograron embarcarse con destino a la isla Caguach; por lo mismo, las autoridades religiosas decidieron celebrar una tercera misa durante la jornada. Unas 200 personas que llegaron pasadas las 14 horas en el Colono participaron de esta eucaristía, mientras el resto de los peregrinos comenzaba el viaje de retorno en las escasas naves que en esta ocasión prestaron el servicio de traslado hasta la 'Isla de la Devoción'.