Talentos se unen para formar el "Dream team" de la música
En su primera etapa de formación se encuentra la Orquesta Sinfónica de Chiloé que incluye a exponentes artísticos locales como también del extranjero. Un proyecto que se forja tras más de una década de esfuerzo.
Una verdadera selección de intérpretes provenientes de todo Chiloé y de distintas partes del mundo, es la conformación de la primera etapa (sección de cuerdas) de la Orquesta Sinfónica de Chiloé, un proyecto que si tuviéramos que traspasarlo al plano del deporte, estaríamos hablando de un sólido "Dream team".
Desde Suiza, Polonia, Argentina y Chile, provenientes alguno de sus integrantes. La Isla Grande de Chiloé es la columna vertebral de esta incitativa que surge como el resultado de un trabajo sostenido por más de una década, en donde todas las comunas de la provincia, a instancias de la Fundación Nacional de Orquestas de Chile, apostaron a la formación conjuntos locales.
Figuras
Entre sus filas aparecen nombres como la polaca Marta Mackiewicz, quien tras estudiar violín desde que tenía 7 años en su natal Cracovia, realizó un gran número de actuaciones como solista y como parte de orquestas, además de grupos de cámara.
Durante su trayectoria ha sido responsable de la organización, producción y ejecución de eventos en diferentes partes del mundo como Polonia, Alemania, Japón, Estados Unidos, España, Italia, Inglaterra, Suecia, Suiza, Hungría, Ucrania y Rumania. Llegó a Chile tras la posibilidad de tocar en el Teatro Municipal de Santiago, allá por el año 2008. Trabajando en este país, decide casarse con el sonidista Óscar Medina.
"Recibí la invitación de Alfredo Chatruc y no lo pensé dos veces, tener una orquesta que represente a todas las ciudades es maravilloso, la invitación la tomé muy rápido porque siempre estos proyectos, me parecen muy importantes y muy interesantes a la vez", manifestó.
Otros nombres importantes son, por ejemplo, el de Pablo Hernández, quien se iniciara en el 2002 con estudios de Intérprete Musical con mención en Contrabajo, en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile. Fue alumno de James Rapport de la cátedra de contrabajo en Johann Sebastián Bach Musikschule, en Viena, Austria.
Hasta 2009 se desempeña como el primer profesor de contrabajo de la Academia de Artes Islas al Sur en Castro, cumple la misma función en la Orquesta Filarmónica de Chonchi, y en la actualidad es profesor de contrabajo y director asistente de la Orquesta Academia de Artes San Carlos de Ancud. Recientemente participó en la primera cátedra nacional de contrabajo en Santiago con maestros de distintas partes del mundo.
"Primero tenemos que formar audiencias, para que siga funcionando, porque no es solamente un trabajo que vamos a hacer ahora, la idea es que perdure en el tiempo, y este es el inicio, que es la etapa más difícil, formar audiencias, hacer hartos conciertos para que la gente participe y sientan propio a la Orquesta Sinfónica de Chiloé", argumentó.
También está el suizo Walter Rathgeb quien comenzó su camino musical tocando violoncello a los 8 años, siendo discípulo del maestro Alejandro Tagle. Estudió en un colegio de la Pedagogía Waldorf donde formó su carácter artístico. Realizó sus estudios formales en el Conservatorio de la Universidad Católica con el maestro Martin Osten, quien fue parte de la Orquesta Filarmónica de Berlín. A sus 25 años ha conocido todo Chile tocando y planea emigrar al mundo en un corto plazo.
Pero sin lugar a dudas, una de las principales finalidades que tiene esta Orquesta Sinfónica, es convertirse en un semillero de talentos musicales insulares. Alfredo Chatruc ha sido testigo del crecimiento de muchos jóvenes artistas.
Es el caso de algunos niños ancuditanos, quienes manifiestan fuerte y claro, que su experiencia musical siendo integrantes de la Orquesta de Cámara de la Corporación Municipal de Ancud dirigida por el pianista argentino, ha sido fundamental para sus carreras.
Jeremy Leiva, es violinista, tiene 16 años de edad y pertenece al Liceo Bicentenario de Ancud. Afirma que "la experiencia ha sido muy grata, hemos subido harto el nivel. Se busca lo mismo con la Orquesta Sinfónica de Chiloé".
Por su parte, Romina Andrade (17), quien toca el violín y también es estudiante del Liceo Bicentenario de Ancud, se refirió a la motivación que le genera ser parte de esta nueva iniciativa a nivel provincial.
"Estar estos años con el maestro Chatruc ha sido una buena experiencia, porque nos ha dado varias posibilidades de hacer esto que nos gusta que es la música y de ir a tocar a varios lados mostrando lo que hacemos", expresó.
Inclusivo
El concertista en piano y compositor Alfredo Chatruc es uno de los referentes del desarrollo de la música clásica en la Isla Grande. Durante su trayectoria ha sido fundador de la Orquesta Juvenil de Castro y de la Academia Islas al Sur junto al también artista Alejandro Barrientos. Ha dedicado gran parte de su vocación a la formación de talentos pianísticos.
Referente a lo que espera de este nuevo proyecto musical, el trasandino fue enfático de señalar que "espero que sea un proyecto inclusivo para todos los jóvenes que salen de las orquestas juveniles comunales y se desarrollan en regiones o en el exterior y queremos que al mismo tiempo sea un objetivo para los que aún se encuentran en procesos formativos".
Añadió que "no es solo mi proyecto ya que es el trabajo de un equipo transversal que se ha constituido a efectos de llevar al mundo esta sinfónica que hoy está presentando su primera etapa que es la sección de cuerdas, ya que sin esta sección no hay sinfónica pues es el basamento sobre el cual podrán sumarse las maderas, las cuerdas y la percusión".
"Tener una orquesta que represente a todas las ciudades es maravilloso".
Marta Mackiewicz,, violinista.