La importancia de la administración gubernamental responsable
Falta de análisis serio entorno a lo que sucede actualmente en Chile: una ineficiente gestión administrativa, falta de liderazgo y conducción, un gobierno sobre-ideologizado, falta de voluntad en diálogo, visión cortoplacista, poca flexibilidad en propuestas laborales, estas entre otras muchas más son las aristas que marcan la actual administración.
Mirando en perspectiva ¿es realmente algo que va más allá de ineficiencias burocráticas propias del estado y se enmarca en el bajo manejo político? Probablemente la actividad política como el arte de gobernar y servir a la ciudadanía está alejándose de aquello. Asumir la conducción de un gobierno es una importante y titánica responsabilidad -que no se le ha tomado el peso-. Para ello la dirección del país requiere de cualidades únicas en un grupo de personas y especialistas. Recordemos que estas cualidades no se desarrollan solamente en las universidades, ni en cursos, ni los años propios de oficina, sino a través del ejercicio del servicio público en forma concreta y real, esto quiere decir hacer énfasis en la capacidad de escuchar con sensibilidad sobre los problemas que presenta una población y así también tener firmeza y voluntad para resolver gestionando eficientemente los recursos en forma estudiada y en momento oportuno.
Lo que hemos visto estas últimas semanas y meses en nuestro país y estos dos años de gobierno -muy diferente a las decisiones para enmendar el rumbo que se ha tomado en Argentina para aumentar empleo, reducir aranceles, entre otros- permiten encender las alarmas, no como un aviso a los tomadores de decisiones, ni a la altas esferas administrativas, sino más bien un llamado a la mismas personas que componen nuestra sociedad para tener la capacidad de elegir a sus dirigentes consciente y equilibradamente, sin dejarse llevar por falsos ideologismos y promesas que no solucionan absolutamente nada y que en definitiva solo conducen al arrepentimiento de la misma población al haber puesto su fe en un gobierno que debe administrar tan magna e importante labor.
Columna
Ignacio Gratz,, Fundación Ciudadano Austral