Juan Riquelme Díaz

Con un receptor judicial fueron desalojados del hotel Capri de La Cruz, en la Región de Valparaíso, los papás del popular socialité Di Mondo, quienes debían más de $17 millones de arriendo del local, en donde además de la explotación comercial, vivían.

Producto de esta deuda, la dueña del recinto Luisa Silva interpuso una acción civil contra Hugo Huerta y Regina Cordero, la que ganó en noviembre pasado, sin que se pudiera cumplir hasta el viernes pasado, según contó el espacio de farándula "SPQ".

Fue en presencia de Carabineros y un receptor judicial que la propiedad volvió a las manos de Luisa, quien ahora deberá decidir qué hace con el hotel, el que tuvo en los '80 y '90, sus mejores años.

Durante el último tiempo, el hotel estaba literalmente abandonado e incluso durante los últimos años se habían dejado de realizar los eventos bailables de viernes y sábado, uno de los últimos atractivos del recinto ubicado ahora a un costado de la Autopista Los Andes.

Según mostró el programa de farándula de CHV, el desalojo ocurrió el pasado viernes y sin la presencia de Hugo Huerta y Regina Cordero. Sí estaban, al parecer, algunos colaboradores, quienes abrieron la puerta al receptor judicial y luego abandonaron el lugar sin dar explicaciones.

"SPQ" intentó contactar a Regina, quien junto a su marido ya habían hablado con el medio de comunicación, pero esta vez prefirieron cortar el teléfono.

Con el desalojo del hotel donde también vivía la pareja, se realizó la restitución del inmueble por no pago de las rentas a su dueña.

"Desde enero de 2014 no han pagado nada, perdí las esperanza que me pagaran", dijo al espacio de farándula la dueña. "Ahora estoy bien nerviosa, contenta porque esto es algo que se arrastra hace mucho tiempo, y la sentencia de entrega fue en noviembre", contó la mujer tras recibir de vuelta a sus manos el Capri.

La dueña también tuvo palabras para el papá de Di Mondo, quien en noviembre pasado -también entrevistado por "SQP"- relató que no pagaba el arriendo porque hacía arreglos en el lugar. "Acá no hay ninguna mejora, sino que destrucción", acusó la dueña tras volver a entrar al lugar. La misma versión tuvo el receptor judicial, quien concluyó que "perdió como en la guerra".

"Desde enero de 2014 no han pagado nada, perdí las esperanzas que me pagaran"...

Luisa Silva, dueña del hotel.