Falta de harina, frutas y carne complica a chilotes por paro
Ancuditanos tienen la esperanza que el conflicto termine para que la comuna se abastezca de víveres.
La falta de alimentos como carne, frutas, harina y legumbres tiene complicados a los ancuditanos que requieren estos productos, incluso haciendo filas en algunos locales.
Las cadenas de supermercados de esta ciudad recibieron hace poco abastecimiento de harina y algunos víveres, pero aun así son pocos los abarrotes para la venta al público.
Otro de los productos más buscados son frutas y verduras, que en la práctica solo se encuentra en comercio informal. Los precios se fueron a las nubes: el kilo de tomates de 1.200 pesos subió a $2.000, la lechuga de 500 pasó a mil, el zapallo de $300 a $1.000.
El problema de desabastecimiento también obligó a varias fruterías a cerrar sus puertas.
La isleña Mirta Igor, proveniente de Guabún, expresó su malestar por el escasez de víveres y por la alza de precios de ambulantes.
"Pasé por calle Dieciocho y hay gente vendiendo verduras y frutas. Cuatro tomates 2.000 mil pesos, un pedacito de zapallo que con suerte alcanza para una comida mil pesos, una mata de lechuga 1.500 pesos. Yo le pregunté '¿por qué tan caro?'. Me dijeron que por culpa de los pescadores", sostuvo.
Sumó la misma fuente que respalda a la gente de mar en el paro y que esta situación no da derecho a subir los precios. "Nosotros no tenemos la culpa que vengan a estafar a la gente, la idea es ayudarnos. Hago un llamado a la gente a que no compre estos productos y vaya a la Feria (Municipal), allí hay de todo. No boten su plata", insistió.
En el supermercado Unimarc ciertas estanterías ayer se veían vacías y se esperaba que el tema de los pescadores se solucionara para que ingresaran camiones con abastecimiento. Desde la gerencia del establecimiento descartaron que haya despidos.
Por su parte, la presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas de Ancud, Adriana Gallardo, criticó a quienes abusan subiendo los precios de los productos y pidió que se siga apoyando a los artesanales.
"Esta situación aprieta pero no ahorca, creo que la comunidad debe tener comprensión porque son más de 10 mil personas que están damnificadas. Está bien que todos quieran ganar el algún momento, incluso hubo noticias de abuso en la locomoción colectiva y no es bueno aprovecharse porque aquí todos nos conocemos", acotó.
La dirigenta añadió que hay personas que han transportados productos en forma particular, pero que eso no les da derecho a venderlos más caros.
"Nosotros debemos ayudarnos y no como se dice 'crucificarnos', esto en algún momento va a culminar y la gente va a vivir en la normalidad, por eso debemos ayudarnos", insistió.
Además, nuevamente ayer se apreciaron grandes filas de peatones y vehículos esperando comprar combustible en la única estación de servicio a la que llegó hidrocarburo el domingo: la Copec.
"Esto es un abuso y nosotros debemos ayudarnos y no crucificarnos".
Adriana Gallardo, presidenta, de la Unión Comunal de, JJ.VV. Urbanas de Ancud.