El costo social, laboral y económico que dejará esta crisis
El apoyo manifestado a lo largo del territorio nacional y que también ha tenido eco en el extranjero a la movilización por la crisis acuícola, y que bien sabe la mandataria que durante su gira a Suecia y Reino Unido -demostración máxima de la indolencia de su Gobierno- no pudo evadirse del conflicto, porque banderas chilenas le recordaron los difíciles momentos que atraviesan trabajadores y sus familias producto de la inoperancia y mal manejo del conflicto, tendrá un costo social, laboral y económico muy significativo.
Los costos son incalculables; cada minuto, hora y día que se mantenga la movilización se sumarán más afectados. No solo los pescadores y sus familias, y por eso no es comprensible que el Gobierno en sus mediciones y posición rígida en la forma de negociar no incorpore todas las externalidades negativas.
Dado lo prolongado de la movilización, en los últimos días junto a los pescadores he analizado el efecto negativo directo e indirecto de la crisis acuícola, y también al reunirme con comerciantes, trabajadores de las plantas de procesos, presidentes de sindicatos, emprendedores de la miticultura y actores de la cadena productiva de Chiloé, y la conclusión es una sola, la situación es extrema y exigen que la arbitrariedad del Gobierno no sea el eje en estas horas, para acercar las posiciones y trabajar en recuperar las confianzas, aunque los efectos negativos para varios no tienen retorno.
Si el ministro a cargo en las próximas horas no flexibiliza su posición, el costo para el Estado será gigantesco al que era antes de la movilizaciones o una semana atrás, y afectará aparte de los pescadores, a miles de trabajadores que ya han perdido su trabajo o están en riesgo de perderlo.
Hoy, el punto de inflexión no solo incluye a los pescadores bentónicos con registro y sin registro, quienes deben recibir la ayuda que se determine y donde los sindicatos deben ser los garantes en el catastro, el punto de inflexión es el impacto laboral que tienen decenas de miles de trabajadores producto del deterioro en la actividad productiva de Chiloé.
Columna
Alejandro Santana Tirachini,, diputado por Chiloé y Palena