Angustia y desolación marcaron el día después del voraz incendio de Castro
Bomberos trabajó en dos rebrotes del siniestro y empleados fueron reubicados.
El escenario es desolador. Escombros humeantes, un pesado olor a calcinado e incesantes labores de limpieza se observan a pasos de la Iglesia San Francisco de Castro. El Patrimonio de la Humanidad que corrió peligro la jornada del jueves por el incendio que destruyó Dimarsa Multitienda y Farmacia Cruz Verde ahora está acompañado de despojos arrasados por el fuego.
La magnitud del siniestro quedó en evidencia la mañana de este viernes, después de las incesantes labores de Bomberos que se extendieron de manera ininterrumpida por 18 horas y que continuaron con maniobras puntuales por los rebrotes que se registraron durante la jornada. De la esquina de San Martín y Latorre no quedó nada, solo desechos y cenizas. Una dramática postal que incluso es fotografiada por los vecinos.
Tal como lo advirtió en su momento el comandante Fabián Gallardo, la labor del voluntariado se podría extender por días. Y así se está observando. A las 7 y 12 horas de ayer unidades bomberiles se trasladaron al sitio del suceso para atacar algunos focos del incendio que cobraron fuerza y podían incrementarse. Hasta la tarde del viernes, el fuego continuaba pero en pequeños puntos del segundo nivel de la multitienda y en espera de sofocarse.
Junto a las labores de aseo realizada por personal municipal y a las permanentes asistencias de los efectivos bomberiles, se sumó la presencia de efectivos de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de la Segunda Comisaría de Carabineros local que llegaron a fijar fotográficamente parte del sitio del suceso antes de la intervención de personal de VTR y Saesa en el lugar, con el objeto de limpiar el cableado calcinado.
Afectados
Justamente los vendedores, locatarios y profesionales de las dos tiendas afectadas fueron los más afectados por este siniestro, quienes pese al tiempo transcurrido desde la tragedia continuaban impactados por las consecuencias del avance feroz de las llamas.
Casi buscando explicaciones, un grupo de empleadas de la Farmacia Cruz Verde se reunió a un costado del local completamente destruido por el incendio para conocer más de las acciones que se seguirán para reubicarlas. Las palabras de las compañeras, junto a las imágenes de la devastación, llevaron a más de una a caer en llanto, recordando todas las experiencias que vivieron juntas en ese recinto.
Una de las "fundadoras" de este local, quien en los 13 años que llevaba funcionando permaneció al pie del cañón, fue una de las más afectadas, pero también de las que más energía entregaba a las más jóvenes. Edith Rivera no estuvo al momento en que se iniciaron las llamas, pero sí llegó a observar como todos los recuerdos laborales se desmoronaron con la estructura.
"Estaba en un curso en Puerto Montt cuando nos informaron por WhatsApp que se estaba quemando la farmacia... no lo pudimos creer y al llegar como a las 6 de la tarde de ayer (jueves) vimos la dimensión del incendio. Era algo impresionante", acotó la vendedora.
A su vez, reconoció el dolor que todas sienten. "Fueron 13 años en el local, empezamos con la Cruz Verde, era nuestra segunda casa... permanecemos todo el día y le tenemos harto cariño", explicó.
También se mostró afectada por esta verdadera desgracia la joven Ariela Sánchez, quien permaneció 9 años laborando en el local.
La trabajadora vivió desde el primer instante la catástrofe, ya que estaba atendiendo el recinto en los instantes en que las llamas cobraban fuerza y se extendían desde Dimarsa a su fuente laboral.
"Estaba trabajando al momento del incendio, empezamos a sentir humo adentro y vimos movimiento de bomberos pero pensamos que no era mucho y lo iban a controlar rápido, pero al salir los carabineros nos dijeron que debíamos desalojar", manifestó.
Al igual que su amiga, ambas y todo el grupo destacó el apoyo de la empresa que las reubicó para que no quedaran cesantes, en especial en el difícil momento laboral que vive la provincia.
Gerente
Incluso, desde Santiago llegó ayer el gerente de sucursales de Farmacia Cruz Verde, José Ignacio Larrondo, quien junto con tranquilizar a los trabajadores, les comunicó las acciones que realizará la cadena.
"Lo que hemos decidido es trasladar a todo nuestro equipo humano, 18 personas, que serán reubicadas en los otros dos locales que tenemos en Castro y le vamos a dar la seguridad que mantendrán sus remuneraciones hasta que construyamos otro lugar", apuntó.
Asimismo, se tiene contemplada la ampliación del local emplazado entre las calles Blanco Encalada y San Martín. "Igualmente colocaremos más líneas de POS (Plan Obligatorio de Salud) para atender a los 20 mil clientes que teníamos en esta farmacia, que representaba el 25 por ciento del mercado de Castro", concluyó el ejecutivo.
300 millones de pesos fue el avalúo de las pérdidas de artículos en la farmacia.