Familia del joven asesinado en calle Lillo exige justicia
Dos imputados están en la mira de la Fiscalía de Castro por este caso que impactó a la comunidad en el invierno del año pasado y que acabó con la vida de un comerciante y padre de familia en la capital provincial.
A nueve meses de los sangrientos sucesos que terminaron con la corta existencia de Roberto Jorge Candia Prado, su familia ha revelado un ambiente de preocupación por el curso de la investigación que guía el Ministerio Público de Castro.
El joven de 23 años de edad fue asesinado la madrugada del 20 de junio de 2015 en medio de un confuso incidente registrado en el barrio Lillo, donde su tío sobrevivió a las graves heridas propinadas a manos de dos individuos.
En los hechos de aquella fatídica noche, luego que Chile chocara con Bolivia por Copa América, trabajó la PDI, cuyos detectives de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) detuvieron horas después a los imputados de iniciales D.E.B.V. (20) y I.R.B.C. (21).
Genoveva Mardones, tía de la víctima, expresó que estos últimos meses han sido de una profunda incertidumbre y dolor tanto por la pérdida de su ser querido como por la extensa indagación del caso que aún no ha concluido.
"Hasta el momento todavía estamos mal, es una pérdida que no hemos podido superar, una pérdida en que todos los días la gente nos recuerda, la gente conocía a Roberto porque trabajaba con nosotros", afirmó la comerciante talquina radicada en la capital provincial.
Motivación
En tanto, la madre del joven fallecido, Carmen Prado, visiblemente afectada reveló que aún no logra comprender por qué su hijo fue asesinado de esa forma, tema por el cual espera que la justicia actúe y aplique la máxima sanción a los responsables de su muerte.
"No entiendo por qué, no me cabe en la cabeza porque ellos hayan hecho lo que hicieron, ellos no pueden llegar y matar a una persona sin tener motivos", dijo la progenitora.
Las parientes cuestionaron los trascendidos asociados a la existencia de influencias incluso políticas que se buscarían emplear para que uno de los acusados quede exculpado del crimen de sangre.
En este sentido insistieron en la necesidad que este caso no quede en la impunidad.
Tal clamor por justicia se produce en medio de las últimas diligencias que mantiene pendientes el Ministerio Público de Castro antes de cerrar la investigación y dar paso al eventual juicio oral.
El grupo familiar que se entrevistó en forma reciente con el fiscal a cargo del caso, Javier Calisto, recordó que Candia Prado era padre de dos pequeños hijos, quien al momento de fallecer realizaba trabajos en una verdulería ubicada en calle Sotomayor.
Pericias
A su vez, en su etapa final ingresó la investigación por parte del Ministerio Público de Castro y que debería concluir en el transcurso de los próximos días, una vez reunidos todos los antecedentes del caso.
La obtención de un informe pericial de análisis comparativos de ADN aparece como una de las diligencias pendientes por parte del organismo persecutor, antes de dar paso a la audiencia de cierre de la indagación.
El defensor público Nelson Troncoso, quien representa al imputado I.R.B.C., argumentó que su cliente, quien se encuentra en prisión preventiva, habría tenido partipación solamente en la agresión del sobreviviente y tío del joven fallecido.
"Son lesiones en contra de la víctima sobreviviente porque le propinó cuchilladas en el estómago y en los glúteos, por lo tanto, nosotros estimamos que son lesiones menos graves", sentenció el abogado.
Troncoso defendió la tesis de que el homicidio de Roberto Candia Prado fue propiciado por un menor de edad distinto a los imputados por este caso que aún remece a la provincia.
Sentenció el profesional que "el menor de edad está plenamente identificado en la carpeta investigativa y en la cual el Ministerio Público no ha hecho mayores indagaciones; nosotros vamos con todas las diligencias de la policía y un informe criminalístico elaborado por la Defensoría".
Agregó que su representado se encuentra privado de libertad e interno en el Centro de Detención Preventiva de Ancud. Mientras tanto, el otro imputado -D.E.B.V.- que defiende Claudio Herrera está con arresto domiciliario mientras se espera por el desarrollo del esperado juicio.
"Hasta el momento todavía estamos mal, es una pérdida que no hemos podido superar".
Genoveva Mardones,, tía del trabajador asesinado, en el barrio Lillo.