Abogan para que tres templos sean Monumentos Nacionales
Iglesias de Ancud, Llau Llao y Quetalco esperan por el reconocimiento del Estado de Chile por su valor arquitectónico, histórico y cultural de comunidades que las preservan y hacen constante uso de ellas.
Un nuevo desafío cargado de historia y fe encierra un ambicioso proyecto tendiente a declarar tres iglesias chilotas en calidad de Monumento Nacional.
Más de un siglo de existencia de cada uno avalan la importancia e imperiosa necesidad de que templos que forman parte de la Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera se eleven a esta categoría siguiendo los pasos de otros edificios católicos insulares.
Son cerca de 60 iglesias y capillas a lo largo y ancho del Archipiélago que ofrecen este estilo artístico de las centenares que existen en la zona, entre las que se encuentran los 16 templos declarados el 2000 y el 20011 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, todos los que a su vez poseen la calidad de Monumento Nacional (MN).
Pero este no es el caso de tres antiquísimas construcciones en madera nativa que se erigen más o menos intactas a pesar del tiempo en Quetalco en Dalcahue, Llau Llao en Castro y en Ancud urbano.
Las características propias de las construcciones que marcan presencia en sus distintos rincones hacen la diferencia y ofrecen las condiciones para que toda una comunidad con el interés de sus pastores católicos y un equipo de tres arquitectas abracen la idea de dar este significativo paso.
Uno de los íconos se levanta precisamente en el otrora puerto de Quetalco, en la comuna dalcahuina, donde un grupo de fieles se convencieron de que esta edificación puede conquistar este anhelado sueño y ser parte del rico e invaluable patrimonio arquitectónico que ostenta el territorio insular.
Cerca de tres años han transcurrido desde que comenzó a forjarse la idea de postular este templo de oración ante las instancias evaluativas del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), ente gubernamental que asigna esta condición de acuerdo a las diferentes categorías.
Una iniciativa que cuenta con el aporte del Fondo Nacional de Desarrollo de las Artes y la Cultura (Fondart) permitirá que se elabore lo que se han denominado expedientes para declarar como Monumentos Nacionales estas tres iglesias.
Quetalco fue el lugar escogido para la presentación y lanzamiento de la idea que fue aplaudida y valorada a través de una ceremonia artística y cultural efectuada el jueves de la semana pasada.
Angélica Barría, encargada del recinto cristiano dalcahuino, sostiene con satisfacción y esperanza de que este proyecto será una realidad considerando la antigua data que posee -mediados del siglo XIX- y que representa todo un legado arquitectónico, cultural y religioso.
"Tiene mucho más de un siglo, nosotros hemos encontrado registro en la Parroquia (Nuestra Señora de los Dolores) de Dalcahue de 1830 porque tenemos en los archivos evidencias de certificados de bautizo desde 1840", afirma la también dirigenta de la junta de vecinos de esta localidad rural.
En su relato la representante católica agrega un antecedente heredado por las páginas de la historia y que revela cómo lucía antiguamente esta construcción. Detalla que "los antepasados de las personas sabían cómo empezó la iglesia, pero antiguamente la iglesia de Quetalco era de paja completa lo que era techumbre y las paredes eran de paja".
Una aspiración similar guarda el templo ubicado en Llau Llao, al norte de la ciudad de Castro, en la comuna de este mismo nombre, donde cerca de un siglo y medio da cuenta del valioso aporte que ha hecho en medio de una comunidad comprometida ahora con este anhelo de ostentar la condición de Monumento Nacional.
Con amplias expectativas, la propia coordinadora de la capilla, Gloria Haro, enfatiza que conquistar la categoría de MN "sería lo ideal, para nosotros, es un proyecto muy importante para nosotros".
Añade la castreña que Nuestra Señora de Lourdes tiene cerca de 150 años de existencia, ejemplificando que su propia abuela ya fallecida celebró con un oficio religioso un siglo de vida. "Mi abuelita cumplió sus 100 años en la iglesia haciendo su misa y ella está fallecida hace 42 años y de partida ya estamos sumando 142 años", grafica la representante del sector.
Un trabajo que ha sido posible con el aporte de los vecinos ha permitido que Llau Llao preserve su centro de reunión de la fe católica. Recalca la coordinadora que "la estamos manteniendo, se ve a simple vista bien, pero sí tiene deterioro, pero igual como comunidad no la puede dejar caer, ahora arreglamos una cúpula este año".
expediente
El expediente de declaratoria consiste en un documento que cuenta con la información planimétrica, fotográfica e histórica, más la descripción de los valores de las edificaciones.
Con estas referencias se canaliza la solicitud, en este caso al Consejo de Monumentos Nacionales. En esta tarea es fundamental el respaldo de las autoridades, propietarios y las propias instituciones de las comunidades donde se levanta esta iniciativa.
Katerine Araya, arquitecta e integrante del equipo técnico de trabajo a cargo de la propuesta, expone que el expediente es precisamente "un informe que tiene los plazos, fotos y la recopilación histórica de la iglesia, además de una justificación de los valores para que sea declarada Monumento Nacional".
Menciona que los siguientes meses serán fundamentales para levantar la información necesaria de estos tres templos y así dar paso en el último trimestre de este año a la etapa de difusión con los resultados de la labor realizada.
La profesional subraya estos ejemplos de la Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera. "Esta escuela se refiere al sistema en que fueron construidas, en base a ensambles y empalmes porque siempre se dice que las iglesias no tuvieron clavos, y si bien tienen clavos en su construcción, la gracia del sistema es que producto de los ensambles y empalmes funcionan estructuralmente", comparte Araya.
Otro dato histórico alcanza a la Iglesia San Francisco de Ancud, la tercera edificación considerada para recibir el reconocimiento del Estado. Su data se remonta a la década de 1930, tiempo desde el cual ha sido punto del peregrinar de fieles de la ciudad del Pudeto y alrededores.
El programa que comprende este proyecto de los tres templos consiste básicamente en la investigación y recopilación de los datos, levantamiento en terreno de las iglesias, el comienzo del trabajo en las localidades de asentamiento, confección de los expedientes, envío de la recopilación al Consejo de Monumentos Nacionales, difusión y cierre de la iniciativa.
Tanto el equipo de arquitectas conformado por Katerine Araya, Olivia Medina y Macarena Almonacid, más los vecinos de estas comunidades, esperan que sus respectivos templos logren esta nominación gracias al potente legado que distintas generaciones han compartido unidos a través de la fe en estos rincones de Chiloé.