A no depender del mar
La nueva crisis de la industria del salmón producto de la proliferación de un alga nociva que ha provocado la pérdida de más de 26 mil toneladas, se suma a la compleja situación que ya arrastraba la industria debido a los bajos precios, y los altos costos de producción. Despiertan una vez más el fantasma de la cesantía que afectó duramente la isla de Chiloé, en 2007 cuando estalló el Virus ISA.
Por otra parte, cada año tanto la pesca artesanal como los mitilicultores se enfrentan en la temporada alta a las inclemencias de la marea roja. El 93 por ciento de la producción de choritos, se encuentra en Chiloe, el 40 por ciento de la producción del salmón se cultiva en la provincia, sin contar con la importancia de la pesca artesanal en la isla.
Ante este escenario, es necesario estudiar e implementar una estrategia de diversidad productiva, la isla ha dependido del mar, pero la historia nos da señales de que está no puede ser la única actividad que solventa a cientos de emprendedores y trabajadores de Chiloé.
Sin duda, cualquier actividad productiva depende de los factores medio ambientales, pero cuando gran parte de la fuerza laboral depende de está, provoca alzas de cesantía difíciles de sobrellevar. Por ello la necesidad de generar políticas públicas, inversión en infraestructura y un necesario plan maestro de diversificación en las áreas productivas, para que la isla pueda mantener el crecimiento y desarrollo de los últimos años.
El turismo, es una de las alternativas, considerando el enorme potencial de la isla, además este se consolida como una de las actividades económicas de mayor envergadura, y crecimiento en mundo. Los turistas tanto nacionales e internacionales, han posicionado a la región como uno de los destinos más visitados del país.
Debemos aprender de las crisis, y estas sin duda deben ser una oportunidad de crecer, de mejorar y por sobre todo de cuidar el sustento de la comunidad chilota.
Columna
Iván Moreira,, senador de Los Lagos