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El tener un trabajo estable, empezar desde abajo y proyectarse en una empresa parecía ser el plan de vida de varios adultos jóvenes... del siglo pasado. Y es que los nuevos profesionales, conocidos como la Generación 2000, tienen otras expectativas laborales y, por lo mismo, el cambiar esporádicamente de puestos, oficinas e incluso rubros es una práctica más que común.

Una combinación de la coyuntura económica y la educación que han recibido los trabajadores más jóvenes ha dado lugar a esta nueva mentalidad y va ganando espacio el perfil de un profesional movedizo, inquieto, pero que a su vez es capaz de asumir desafíos en poco tiempo y de manera eficaz.

Beneficios

Según Nacho Somalo, decano de la Impact Business School de la Universidad Europea de Madrid, esta tendencia trae muchos beneficios. "Enriquece mucho al profesional desempeñar tareas de responsabilidad en distintos ámbitos", explica. Pero matiza: "Ojo, no es lo mismo cambiar de trabajo que cambiar de empresa. Se puede cambiar de trabajo dentro de la misma empresa o, por el contrario, cambiar de empresa y no de trabajo". Y ambas modificaciones son interesantes.

Incluso las compañías encuentran ventajas en esta tendencia. "Hoy varía todo a una velocidad de vértigo y las compañías necesitan nuevos aires, por lo que la tendencia a perpetuarse en un puesto es negativa, incluso para ellas", añadió Somalo.

Entonces, ¿cómo puedo saber si ha llegado el momento de cambiar de aires? No existe una respuesta exacta, pero sí hay algunos tips para darse cuenta uno mismo. Por ejemplo, cuando siente que ya no le puede aportar a la empresa, o es esta la que no lo satisface a usted. En definitiva, el momento idóneo para hacerlo es cuando sienta que cumplió un ciclo laboral.

"Hoy varía todo y las compañías buscan nuevos aires, por lo que la tendencia a perpetuarse en un puesto es negativa, incluso para ellas".

Nacho Somalo, experto.

Hoy en día está de moda el coaching ejecutivo, que tiene como objetivo lograr el máximo desarrollo profesional y personal de quien es entrenado. De esta manera, los beneficios de recurrir a un servicio de este tipo pueden ayudarlo a conseguir ese empleo que siempre quiso o ese aumento que anda buscando. El hecho de que alguien recurra a un coach implica que se preocupa de su proyección en el mundo laboral, lo que puede ser percibido por sus superiores. Además, la persona conocerá mejor sus fortalezas y debilidades, potencias sus talentos, alinear valores personales con los empresariales y, lo más importante, desarrollar liderazgo y pasión por su trabajo.

Imagina que consigues una entrevista para optar al trabajo de tus sueños y, obviamente, estás nervioso. Ante esto, ser completamente honesto y transparente puede jugarte en contra.

Y es que tu futuro jefe no necesita saber que ves el reality del Mega o que, a veces, disfrutas de un carrete en días de semana. Por lo mismo, te entregamos algunas mentiras aceptables en una entrevista de trabajo.

Subirse un poco el sueldo y el tiempo que estuvo en su trabajo anterior no hace daño a nadie.

"Soy demasiado trabajólico" es una buena respuesta al ser consultado por sus debilidades. Nadie necesita oír de tu adicción a Facebook tampoco.