Chilota contagia con su pasión futbolera en el norte de la Isla
A sus cortos 23 años ha sido jugadora y árbitro profesional, entrenadora, estudiante universitaria e incluso fundó un club deportivo no solamente para impulsar la actividad física, sino que también para impartir valores.
Paulatinamente, las canchas del fútbol ancuditano empezaron a acostumbrarse a tener como protagonista a Camila Maldonado Nahuelhuén, una joven que el año pasado comenzó su carrera como árbitro profesional, dirigiendo ya algunos partidos de la serie de honor de la Asociación de Fútbol de Ancud (AFA), siendo hasta el momento la única chilota en hacerlo en todo el Archipiélago y de las pocas en el sur de Chile.
Y es que aunque cada vez es más común que las chicas sean parte del balompié en todo el mundo, lo cierto para el gran público de este deporte, el más popular del planeta, es que sigue siendo dominado por la figura de los hombres.
En este aspecto Camila ha demostrado con hechos todo lo contrario. Porque aparte de su pasión por el referato, esta isleña cuenta con una interesante experiencia en el mundo de fútbol y un currículo como jugadora que ya se lo quisiera cualquiera de sus colegas hombres. Sus primeros pasos los dio en el Club Deportivo Bórquez Solar, alcanzando a ser la única mujer en el plantel ancuditano.
Luego de una gira a la Región de Valparaíso, allá por el 2009, la deportista tuvo la opción de probar su talento en Everton de Viña del Mar, una de las mejores instituciones de Chile en la rama femenina; no obstante, al tener solo 17 años en ese tiempo no pudo quedarse.
Tras volver a Chiloé y terminar su enseñanza media, la chilota con el tiempo pudo regresar a la 'Ciudad Jardín', pero afirma que al no contar con una formación desde niña, en alguna academia de fútbol por ejemplo, no pudo quedar seleccionada en el equipo que por aquellos años se preparaba para disputar la Copa Libertadores de América.
Sin dejar de lado sus sueños, Camila continúo probando suerte, esta vez en Santiago Wanderers de Valparaíso, donde finalmente pudo disputar algunos encuentros como integrante del plantel. Igualmente integró las filas de San Luis de Quillota, donde también pudo sumar minutos en el profesionalismo.
Esta ancuditana además es estudiante de Pedagogía en Educación Física, atleta y entrenadora de balompié. Actualmente está al mando de la escuela de fútbol que ella misma fundó el pasado 2015, el Club Deportivo Unión Chiloé de Ancud, algo que ella misma califica como el máximo logro de su carrera deportiva.
Y en este escenario se desenvuelve esta isleña de 23 años que decidió enfrentar los prejuicios y las dudas desde iniciados sus primeros pasos en el mundo futbolero, con resultados que han significado que por estos días pueda liderar su propio proyecto en estas lides.
"Esta es una escuela, bueno yo no tengo mucho conocimiento de otras escuelas, además de los clubes que hay acá en Ancud, pero esta es una escuela formadora y una escuela inclusiva; esto quiere decir que nosotros no hacemos pruebas de jugadores, nosotros aceptamos a todos los niños por igual y los formamos con una visión de que la formación deportiva tiene que ser ligada a los valores, hábitos de vida y desarrollo integral del niño", expone.
Suma que "no solo nos enfocamos en lo físico o en lo técnico, sino que también a lo emocional y psicológico, en ese aspecto nosotros creemos que el deporte es un medio educativo".
difícil infancia
Una niñez marcada por dificultades en su familia y otros de salud fueron parte del crecimiento de la joven. En este sentido Camila es clara al momento de señalar que toda su carrera e incluso su existencia estuvieron a punto de venirse abajo.
"Yo digo todo esto porque yo lo viví, yo tuve muchos problemas familiares; de hecho, mis problemas de salud es por eso, yo tengo un trastorno límite de la personalidad, lo que me ha llevado a muchas cosas negativas en mi vida, pero gracias a Dios yo tengo mi escuela que me ha ayudado harto a surgir, a mí el deporte me salvó", manifiesta.
-¿Cómo ha sido para ti ser parte de un mundo como el del fútbol que es mayoritariamente dominado por hombres?
-Ha sido difícil pero ni tan difícil porque la verdad es que es un área que ninguna mujer ha tomado o muy pocas lo han tomado por lo menos acá en Ancud y, de hecho, a nivel nacional. Gracias a Dios yo tenía los conocimientos y los otros entrenadores que se fueron sumando a este proyecto me respetaron por lo que yo sabía, supieron de que tenía conocimientos en el área y me apoyaron, yo hoy en día soy la jefa del cuerpo técnico de la escuela.
Añade la chilota que "incluso estamos haciendo una campaña para nuevos entrenadores, ya que yo y mi pareja que también es entrenador nos vamos a estudiar en marzo a Viña del Mar. Yo tengo que retomar mis estudios, terminar mi carrera de pedagogía y van a quedar nuevos entrenadores acá; aprovecho de hacer el llamado a nuevos entrenadores, el perfil del entrenador que queremos es ese entrenador que le da esa importancia al deporte formativo. Muchos entrenadores caemos en el error: el 99% de ellos cree que el deporte de formación es un deporte de rendimiento, lo confunde y no es así".
Consciente
La isleña sabe que tanto en la comuna de Ancud, como en el resto de Chiloé son muy pocos los niños que logran convertirse en futbolistas profesionales. Hay algunos que han tenido la oportunidad de asistir a pruebas a distintos clubes, pero por alguna razón no tienen éxito y se ven en la obligación de regresar.
-¿Qué crees que le falta al fútbol formativo en Ancud para consolidarse y poder formar a futuros futbolistas profesionales?
-La verdad es que el objetivo del fútbol formativo no es formar futbolistas profesionales, eso se puede dar en el proceso, pero si el proceso va bien encaminado y este niño ya empezó, primero con una formación integral de valores y de hábitos de vida positivos, y luego se forma bien como jugador, podría darse. Pero en esta parte del país faltan más oportunidades, más opciones, nosotros no tenemos clubes profesionales muy cercanos, clubes que puedan llevarse jugadores, el más cercano es Deportes Puerto Montt y los otros equipos están muy lejos de acá.
Maldonado está consciente que "casualmente en cualquier escuela hay un niño que sobresale de los demás y a ese niño se le tienen que abrir las puertas, entonces hay que acercarse a los clubes. Uno de nuestros objetivos como escuela es llegar a ser un club profesional de acá, salido de la Isla".
-¿Hacen faltan mayores políticas deportivas que sean aún más inclusivas y que lleguen a todos?
-Te voy a hablar de dos cosas: primero, el fútbol está muy mal visto ya, el fair play deportivo ya se perdió y eso es algo que nosotros como entrenadores y deportistas tenemos que volver a retomar y llevarlos a las clases con los niños o en nuestra misma formación. Nosotros a veces no tenemos un entrenador que nos enseñe esas mismas cosas, pero nosotros mismos como deportistas debemos darnos cuenta y abrir nuestras mentes; eso es lo que falta en el fútbol. Está muy masificado pero lo que realmente importa no está, ya no existe, mucho campeonato pero nada de lo que realmente importa.
Remata en segundo lugar la universitaria que "hablando de todas las disciplinas deportivas, faltan posibilidades para que la gente se incluya, hablamos de inclusión. En diferentes edades uno se puede formar, no hay que olvidar que la formación deportiva también puede ser para adultos".
"Nosotros aceptamos a todos los niños por igual".
Camila Maldonado,
deportista y fundadora del CD Unión Chiloé de Ancud.