Javiera Mena tras año de éxito: "Soy la misma, lo único que ha pasado por mí es tiempo"
Felipe Rioseco
El 2015 de Javiera Mena fue un año itinerante. Como ya acostumbra hace tiempo, pasó tres meses en España, tres en México y los últimos seis en Chile. Hizo giras por un número indeterminado de países, despegó de decenas de aeropuertos y enfrentó a públicos eufóricos de ciudades como Lima, Madrid, Barcelona, Ciudad de México o Santiago.
Se trató de un año, resume, de "muchos viajes y aviones". Y que tuvo un hito: la nominación al Grammy Latino. "Estuve por primera vez con un pie en Estados Unidos. Fue súper importante. Ahora, tampoco creo que mi vida haya cambiado ni nada", dice.
Hace unas semanas, se presentó en el show homenaje a Jorge González y recibió una invitación simbólica: en febrero de 2016 se presentará en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.
-En un muy buen momento. Es muy importante, me llamaron y fue súper bueno. Fue perfecto que sea este año por lo armado que ya está mi show.
-Como lo que vengo presentando, con sintonizador, el computador, las secuencias. Y alrededor giran un montón de elementos, bailarines. Mi música tiene luces, es visual, y eso en Viña se disfruta un montón. El escenario se da perfecto, más que para baladas.
El ícono gay
Desde que se reconoció públicamente homosexual, Javiera Mena se convirtió, sin quererlo, en un ícono gay. Tomó la bandera de la lucha por la reivindicación de las lesbianas y ocupó un espacio que, antes de ella, estaba vacante. La artista, sin embargo, evita la responsabilidad. Dice que no se siente ícono de nada. Y que esa etiqueta solo la ve en Chile.
-Eeeeh, yo no lo siento. Eso pasa más en Chile, pero en los otros lugares en que me muevo no me preguntan eso. Creo que en Chile se necesitan referentes porque estamos viviendo etapa de cambios.
-Es que como no lo siento, no me molesta. Lo mío va por el lado musical y lo otro es un añadido.
-Todas las personas pueden tener atracción hacía el mismo sexo o al otro. Yo me incliné más por mi lado homosexual. Se me hizo más cómodo, bonito, mágico. Pero igual que todos, creo, he tenido atracción para los dos lados.
-Hay una que me gustó: "amazona del pop global". Es diferente, no lo típico como promesa. Amazona es algo femenino, con poder. La amazona es una mujer que estaba en la selva y se defendía sola. Me siento una amazona, totalmente, es algo muy latino.
-Tiene que ver con el feminismo. Que una mujer pueda mostrar sus pechos, así como hombres muestran sus pezones, es igualdad de género. Tiene un mensaje de libertad.
-Todo. Soy la misma, lo único que ha pasado por mí es tiempo. La música ha cambiado porque no quiero hacer todo el tiempo discos iguales. Es la misma persona pero con más aventuras, penas y alegrías encima.
Luna
-La Luna es nuestro satélite, está siempre ahí, la ilumina el Sol. Se pueden hacer miles de canciones sobre ella y nunca va a ser trillado. Nunca me la han pedido ni la he regalado porque es un ser demasiado autónomo. Pero no, nunca llegué a ese nivel de poesía en mis relaciones.
-Toda persona que se para a contar algo, a decir una poesía, es un acto político. Y yo mostrarme, llevar una carrera independiente, hacer mis cosas, es muy político. Llevar la delantera, tener el control.
-O sea, estoy en la industria pero desde mí estructura. Sí estoy metida pero lo que pasa es que yo tengo el control sobre mis acciones y eso es algo súper valioso. Para alguna gente puede considerarlo rebeldía, yo lo considero mi manera de trabajar. J
"Que una mujer
pueda mostrar
sus pechos, así
como hombres
muestran sus
pezones, es
igualdad de
género. Tiene un
mensaje de
libertad".