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La vida de un deportista está marcada por el trabajo, la constancia, la preparación y una férrea voluntad para superar las dificultades que presenta la competición. La disciplina y el esfuerzo son reconocidas como la base para salir adelante en el mundo competitivo. Eso que parece tan obvio y que cualquier deportista avezado debe tenerlo claro como el agua, no siempre es así. Menos aún en uno que se empine recién en los 10 años de edad.

Esta es la historia de Matías Alejandro Barrientos Chaura, un pequeño habitante de la localidad de Curanué, comuna de Quellón, que vino al mundo el 5 de septiembre del 2005. Primogénito de Mauricio Barrientos y Anahí Chaura, quienes tienen otro hijo, el pequeño Emilio de tres años.

El "Mati", como le dicen, es alumno de 4° básico de la Escuela Adela García. Nació con una malformación que tuvo como resultado no poseer parte de su brazo izquierdo. Su condición física no ha sido obstáculo para emprender un viaje de superación en el mundo del deporte. Eligió, probablemente viendo a chicos que juegan a nivel de alta competición, como el campeón nacional sub 13 Francisco Alvarado y compañero de escuela de Matías, el tenis de mesa para practicarlo.

apoyo

En esta disciplina encontró un fuerte apoyo en su familia y en su actual entrenador, el profesor Cristián Abello, monitor deportivo de la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor de Quellón.

El adiestrador entrega su mirada sobre Matías, señalando que "como niño es muy simpático, muy ameno y de fácil trato. Un poquito desordenado a veces en los entrenamientos, pero con la garra y empuje que tiene eso pasa a ser una anécdota". Otra cualidad del menor que resalta Abello son "las condiciones que tiene para el deporte y, sobre todo, ganas. Las ganas que tiene de jugar y entrenar para obtener resultados harán que se catapulte rápidamente a un nivel más alto", aclara.

Matías es de pocas palabras. El propio niño cuenta, a su modo, que su ramo favorito es la Educación Física y se autocataloga como bueno en esa materia. Sobre los demás ramos dice que "igual están buenas mis notas", y agrega "sobre 5 parece…". No tiene claro aún que carrera le gustaría seguir más adelante. Lo suyo, como el mismo indica "es el puro deporte".

Su ingreso al mundo del tenis de mesa se gestó, como enfatiza, tras "una reunión a la que vino mi mamá y de ese día estoy en el taller". Dice que "el profe Cristián me enseñó a jugar". El menor comenta que "entreno los días lunes, miércoles, viernes y sábado, como dos horas por día, parece". Reconoce en sus papás son una gran ayuda y apoyo en lo que hace.

Sus primeros pasos en la disciplina los dio a principios del 2015 de la mano de Cristián Abello, quien reconoce que a pesar del poco tiempo entrenando, los logros de Matías son notables. El menor relata que dentro de su corta carrera, ya alcanzó un tercer lugar en su categoría en el Regional de la ciudad de Frutillar a mediados del año.

fútbol

Para Matías su malformación no es, ni ha sido, un impedimento para la práctica deportiva, y lo dice tajantemente. También es considerado un muy buen futbolista. "Juego de delantero", confiesa. Juega por su escuela y en el lugar que lo pongan, por todo el frente del ataque, agrega. Sus logros deportivos hicieron que la Corporación Municipal de Educación lo premiara el pasado 30 de diciembre en una ceremonia en el centro cultural de la ciudad por su proyección en el tenis de mesa y el fútbol. Esta dicotomía igual le complica un poco ya que, según el mismo esgrime, entre estos dos deportes, está "medio indeciso".

Matías agradece por la ayuda y lo recibido "a toda mi familia, al profe Cristián, y a la escuela". En este último caso, el director saliente de la Escuela Adela García de Curanué, Hernán Rodríguez Haro, se refiere a los logros alcanzados por este alumno de su escuela rural.

"Matías siempre nos sorprende, no sólo en el tenis de mesa, sino que además es un excelente futbolista", apunta el docente, quien desclasifica una anécdota del niño en este deporte, que habla de la templanza del menor.

"Una vez lo vi jugando de arquero y tapó un penal con su brazo izquierdo", dice aún emocionado. Continúa el director argumentando que "lo bueno que tiene el apoyo de su familia, de sus padres, y por supuesto el nuestro". Rodríguez se muestra feliz por los logros deportivos de los alumnos tenimesistas, Matías y Francisco Alvarado, y confiesa "tenemos todos los recortes de prensa, y que nuestra escuela se haya dado a conocer en la comuna a nivel regional, nacional e incluso internacional, es un orgullo".

Dentro de sus aptitudes en el tenis de mesa, aparte de la entrega que destaca su entrenador, está la particularidad que al momento de poner en juego la pelota, la lanza al aire con la misma mano derecha que porta su paleta. Dice que está practicando para lanzarla con la mano izquierda y que es un desafío. El entrenador Abello hace la salvedad que Matías compite en la categoría convencional, lo que hace más meritorio sus resultados, y que competir como deportista paralímpico no es opción aún, debido a la falta de categorías donde pueda participar un pequeño de la edad del "Mati", incluso podría ser contraproducente.

El monitor cree que durante el 2016 tendrá buenas oportunidades de destacar si compite solo en la categoría que le corresponde, la sub 11. La misma fuente señala que "haber obtenido un tercer lugar en el Campeonato Regional, considerando que se enfrentó al N° 1 a nivel nacional de la categoría, Gonzalo Caico, que fue primero, y a otro seleccionado chileno, Matías Alvarado, que resultó segundo, es un tremendo logro considerando que Matías tenía tan solo unos meses de entrenamiento. Eso indica que tiene las condiciones para enfrentarse a competencias un poco más duras".

contento

Su madre, Anahí Chaura, se explaya respecto del momento que está viviendo su hijo mayor, manifestando que "él está muy contento, emocionado, quiere salir por todos lados y quiere ganar. Nosotros le decimos que no es lo más importante ganar, con que él salga y conozca gente está bien".

El padre de Matías, el mitilicultor Mauricio Barrientos, en cuanto a la condición de su primogénito, expresa que "se siente como un niño más, como si no tuviera la discapacidad que presenta, no le afecta para nada. Incluso él es muy deportista y no le afecta su condición física".

La dueña de casa agrega que "nosotros lo apoyamos en todo lo que quiera dentro del deporte, siempre lo vamos a apoyar. Lo queremos ver creciendo en el deporte". La madre asegura, entre risas, que hoy Matías se está portando mejor, ya ha cambiado un poco, concluye. Para el papá "lo más importante es el estudio, que no los deje de lado. Que siga en la senda del deporte y que continúe con lo que a él le gusta".

La historia deportiva y personal de Matías Barrientos Chaura está inmersa en un círculo virtuoso. Una familia que le da todo el soporte afectivo, una escuela que se preocupa del desarrollo deportivo del niño, un entrenador dedicado en sacarle lo mejor de sí y un entorno positivo que le indica que hay un camino positivo a seguir. Y esas serán las claves para la consolidación del pequeño. J