Atrapan a madre e hija por asalto en Dalcahue
Pedro Bárcena González
"Amiguito, ¿nos da un pedacito de pan?, tenemos mucha hambre". Parecía una simple propuesta y la buena voluntad de un trabajador de 50 años de Dalcahue afloró. Sin dudarlo, sacó de su bolsa una crujiente marraqueta y se la entregó a las mujeres que se lo pidieron. Satisfecho con su gesto, el vecino esperó un "muchas gracias" o que "Dios de lo pague", pero a cambio recibió una mata de golpes.
Así habría ocurrido el insólito asalto que sufrió un isleño en calle Ramón Freire con pasaje El Bosque. Un llamado a la Central de Comunicaciones de Carabineros alertó del ataque, ante lo cual personal de la Tenencia local se constituyó en el sitio del suceso.
Como indicó el jefe de la unidad local, teniente Jorge Díaz, la víctima fue ubicada en el sector "indicando que momentos antes al caminar por esta concurrida arteria fue interceptado por dos mujeres, quienes le solicitaron que le regalaran un pan y tras lo cual procedieron a darle golpes de pies y puños".
El oficial confirmó que en la denuncia, el afectado "detalló la sustracción de dinero y su teléfono celular por parte de estas personas, quienes posteriormente se dieron a la fuga".
En el patrullaje realizado por los efectivos policiales en compañía del poblador se logró ubicar a las sospechosas a pocos metros de distancia del punto de la agresión. "Ambas, una joven y su hija adolescente, fueron reconocidas por la víctima y sometidas a un control de identidad, tras lo cual fueron detenidas", acotó el teniente, sumando que no se lograron recuperar las especies.
El dalcahuino fue remitido al centro de salud familiar, donde se le constaron lesiones de carácter leve, mientras que las imputadas de iniciales E.R.G.G. (31) y B.N.C.G. (15) fueron puestas a disposición de la justicia.
audiencia
En el Tribunal de Garantía castreño se alegó la legalidad de la detención de las chilotas. Además, se les formalizó por robo con violencia.
Justamente, en la figura delictiva se centró el debate, ya que el defensor Claudio Herrera discutió la existencia de este ilícito.
"Las imputadas fueron detenidas en forma inmediata y no registraban ni portaban especies sustraídas y, en el lugar de la detención, no se encontraron las mismas", aclaró el abogado, explicando la relevancia del sitio del suceso por revelar que la convicción persecutora se centraría solamente en bases testimoniales y no con otro tipo de prueba, como evidencia material.
"Esto demuestra que la tesis del Ministerio Público se funda en una apreciación de los hechos sin ningún antecedente investigativo, sino que solo la declaración de una persona que no pudo ni siquiera indicar el número del celular que había sido supuestamente sustraído", detalló el profesional.
La fiscal Karen Rosas solicitó la prisión preventiva para la mujer adulta, medida que fue rechazada en primer término, ante lo cual la abogada apeló verbalmente. Ayer la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, ratificó la medida de primera instancia, ante lo cual la joven quedó con arresto total, mientras que su hija recibió cautelares de menor intensidad. J
Un supuesto desinterés de la víctima en la causa arguyó el defensor Claudio Herrera, indicando que el trabajador fue citado a la Fiscalía de Castro a declarar, "pero no asistió, con lo cual se demuestra sin duda ningún interés en el esclarecimiento de los hechos, en razón que quien en horas de la noche es 'asaltado' y se logra la detención de sus autores, lo esperable es que esta persona insista en la persecución penal, situación contraria a lo que ha ejecutado el ofendido".
Además, el jurista indicó que no existe descripción de vestimentas ni características físicas de los autores por parte del afectado. "De existir el delito denunciado, las detenidas no serían las autoras. Además, Carabineros no encontró testigos de los hechos", finalizó.