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En 25 minutos de un agitado operativo, con más de una molestia ciudadana, Gendarmería realizó el segundo simulacro de catástrofe de este año, en el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Castro. Un despliegue en que sumaron los apoyos de las policías y, fundamentalmente, de Bomberos.
El ejercicio estuvo centrado en medir la reacción ante un eventual terremoto e incendio y la forma de operar ante los daños dentro del añoso recinto penitenciario, ubicado en calle Monjitas, en pleno centro de la capital chilota.
Tal como recalcó el jefe subrogante de la unidad penal, el suboficial Héctor Gómez, la coordinación de este dispositivo también incluyó a funcionarios de Ancud, para incorporar al personal de franco y civil.
"Creemos que fue exitoso el operativo, logramos los objetivos, los tiempos de respuesta de Bomberos desde el aviso del ejercicio hasta su llegada a la cárcel fueron de apenas 2 minutos", aseveró el alcaide.
Dentro de las actividades que se efectuaron en el tiempo en que se realizó el simulacro, el uniformado aclaró que se "incluyó la salida y arribo de bomberos, ingreso al foco de incendio, la contención de los 157 internos que tenemos al día de hoy en un sector seguro del gimnasio donde se hizo el conteo de la población penal".
Las acciones bomberiles se centraron en la parte posterior del taller de mueblería del recinto. Además, se trabajó en la presunta asistencia de dos lesionados producto de la emergencia, quienes fueron atendidos por los dos profesionales del área de salud que cuenta el CDP.
En esta ocasión, no se simuló una eventual evacuación del establecimiento. Eso sí, como afirmó el suboficial Gómez, se está perfeccionando el contacto con el Comité Operativo de Emergencia para encontrar un lugar adecuado para recibir a la población penal.
"Tenemos una segunda reunión de conversación para ver en terreno los lugares para hacer una evacuación. Por ahora tenemos dos gimnasios de colegios céntricos de la ciudad, para no exponer a nuestros usuarios en el trayecto", finalizó el uniformado.
En el operativo, junto a la labor de los voluntarios guiada por el segundo comandante Héctor Godoy, funcionarios de Carabineros resguardaron el perímetro y se encargaron de controlar el tránsito vehicular que la tarde del viernes, cuando se realizó el ejercicio, mostraba gran circulación.
retrasos
Justamente, uno de los inconvenientes se registró en el Terminal Municipal de Buses, emplazado a pocos metros de distancia de la cárcel. El transporte público debió esperar por casi media hora para retomar sus itinerarios.
Este escenario fue criticado por el administrador del rodiaviario, Marcelo Carrasco, añadiendo que "nadie nos avisó de este simulacro. No nos oponemos a estas acciones, pero sería importante que nos incluyeran en la coordinación porque todas las salidas se atrasaron, complicando a los usuarios". J