Claudia Carvajal R.
Durante la mañana del lunes, en la Viña Indómita de Casablanca, en la Región de Valparaíso, recibieron una llamada misteriosa: necesitaban reservar un tour, pero a una hora donde no hubiera turistas, porque en la comitiva iba una persona muy, muy importante. En la empresa no se hicieron problemas -están acostumbrados a los clientes VIP-, así que les dijeron que llegaran a las 17 horas.
La sorpresa fue mayúscula cuando vieron a la cantante Rihanna, quien se presentó anoche en el Estadio Nacional- que andaba acompañada por sus tres mejores amigas, su mamá, fotógrafos y guardaespaldas gigantes que no dejaban que nadie se les acercara. Antes de empezar el recorrido la condición fue clara: nadie podía sacar fotos.
Pero la producción no pudo manejar todo. Porque justo cuando la cantante y sus acompañantes llegaron hasta el recinto estaba terminando otro recorrido en el que iban dos jóvenes argentinos que justamente viajaron a Chile para ir al recital de la intérprete de "Umbrella". Al verla no pudieron ocultar su fanatismo e hicieron todos los esfuerzos posibles por llegar a ella, pero los guardaespaldas se lo impidieron.
Otra fanática que se encontraba en la viña quería a toda costa una imagen de su ídola y hasta la siguió al baño, pero tampoco logró su cometido.
Rihanna andaba acompañada de sus tres mejores amigas, todas muy regias, quienes encandilaron a los varones que en ese momento estaban trabajando. Todo el grupo participó en un tour por los viñedos y tuvieron la oportunidad de degustar los mejores vinos. Y si bien habían reservado en el restorán, finalmente no comieron nada.
Según contaron quienes la vieron, Rihanna decidía lo que todos iban a hacer y si a ella no le gustaba algo, nadie lo hacía. J
Si bien al llegar a la viña el ambiente estaba tenso, al avanzar la visita el equipo de Rihanna y la propia cantante se fueron relajando y hasta accedió a sacarse fotos con el personal del restorán. La garzona Lissette Benítez logró una imagen con ella y contó que fue muy buena onda y les regaló diez entradas a su concierto de anoche en Santiago. Además, la artista quedó cautivada con el vino local y se llevó tres cajas de los mejores mostos, por un monto de $150 mil.