El paso por Chiloé del director de "Allende en su laberinto"
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Es, sin duda, uno de los cineasta chilenos más reconocidos por el público nacional e internacional. Entre sus realizaciones más destacadas por la crítica está el premiado "El chacal de Nahueltoro", "La tierra prometida" y "Dawson, isla 10". Hoy, a sus 72 años, Miguel Littin Cucumides nos sorprende nuevamente con su cinta "Allende en su laberinto", que narra las últimas horas del ex presidente Salvador Allende, junto a sus colaboradores más cercanos, al interior del Palacio de la Moneda, el 11 de septiembre del 1973.
Con la humildad y simpatía que lo caracteriza, el destacado artista compartió con el público castreño el film que lo llena de elogios, no solamente por las actuaciones bien logradas sino también por acercar a las nuevas generaciones un episodio de nuestra historia republicana, que marcó a un país hasta nuestros días.
Descendiente de inmigrantes árabes y griegos, el también académico cinematográfico es el único director nacional cuyas cintas han sido nominadas dos veces al Oscar a la Mejor Película en Lengua Extranjera, pero con producciones no chilenas: la mexicana "Actas de Marusia" (1975) y la nicaragüense "Alsino y el cóndor (1982)", rodadas en el exilio. Con la primera también compitió oficialmente en el Festival de Cannes por la Palma de Oro, al igual que con "El recurso del método" (1978).
-Me ha parecido espectacular, es muy bonito todo, me gustó mucho la luz plateada muy fuerte, de mucha luminosidad, brillante y los colores, las casas. La gente también es muy amable. De hecho, grabé mucho, pues me vine por tierra desde Puerto Montt, así que tuve la posibilidad de cruzar el Chacao que es muy bello, me recordó mucho los cuentos de Jack London.
-Hace un tiempo atrás dije "voy hacer una gira con 'Allende' por todo Chile", quiero ir con la película a la gente, pues si la gente no puede ir al cine, por distintas razones, entonces hay que ir con el cine a ellos, así que esto se inscribe en una fecha importante dentro de una ruta que va por todo el país.
-Yo colaboré con él ad honorem desde el año '64 cuando hacíamos campañas para que sea presidente, recorrimos muchas veces el país a través del 'Tren de la victoria' exponiendo el programa de gobierno, por tanto, estuve muchos años de mi vida junto al presidente Salvador Allende y en el intertanto hacíamos nuestros trabajos y luego cuando el doctor Allende logró la Presidencia del país me nombró presidente de la empresa estatal de cine chileno Chile Films con el fin de convertirla en un centro de producción, creación y distribución cinematográfica en toda la nación, acogiendo a los jóvenes de todo el país, descentralizando la actividad cultural. Allí permanecí cerca de un año, luego como cineasta nato me fui a filmar "La tierra prometida" entre los años '71 y '72 y también hice "Compañero Presidente".
Yo no soy una persona de escritorio, yo soy un cineasta que anda, recorre la calle, anárquico, desordenado como un poeta creador de imagen.
Trabajé con el Presidente Allende en la creación de talleres de cine y de la Escuela de Cine y muchos otros proyectos que hasta el día de hoy no han sido superados, luego de ello dejé ese puesto a los burócratas y me fui a Palmilla, mi pueblo (fue alcalde de esta comuna de la Región de O'Higgins), a filmar "La tierra prometida" que es una de las realizaciones que más amo.
exilio
-Me persiguieron mucho y el instinto de sobrevivencia de mis orígenes griegos y árabes que se salvaron de la Segunda Guerra Mundial me ayudó a enfrentar esta situación y logré casi por casualidad salvarme y llegar al exilio a México, luego me fui a España y de ahí Francia e Italia, distintos lugares trabajando siempre en pro de la resistencia a la dictadura militar y para que viniera la democracia nuevamente a Chile. En el intertanto vine al país en 1985 en forma clandestina, recorrí Chile y filmé con cuatro equipos el documental que se llama "Acta general de Chile", de la cual García Márquez escribió "Las aventuras de Miguel Littin, clandestino en Chile" y luego de eso volvimos al extranjero a recorrer el mundo, siempre luchando contra la dictadura y para el retorno de la democracia. Con los años se publicó el último listado de gente que podía volver al país, donde estaba mi nombre, así que allí pude regresar en forma legal.
-La gente que lucha por la justicia, que lucha por los demás, que buscan el bien común, quienes llenos de impaciencia y pasión afrontan la vida, porque quieren conseguir algo más de la vida, una utopía, quieren que el mundo sea mejor, más justo, para que se abran más cauces para la gente joven, para que el mundo crezca y se desarrolle. Esos son mis personajes.
-Allende es el personaje más importante de la historia de Chile, el hombre que entregó su vida por una utopía que no tenía que ver con sus aspiraciones personales, sino con las de un país. Él fue un hombre modesto, un médico que dedicó su vida a la filantropía, a sanar a la gente solo por amor, él estableció un programa de gobierno que plasmó su personalidad, mantuvo un gobierno que fue del pueblo, el cual duró mil días y que hizo más que todos los gobiernos que han estado en todos estos años. Cambió todo: nacionalizó el cobre, el acero, la banca, hizo la reforma agraria, luchó por los derechos de los trabajadores, entre otras cosas. Tan profundos fueron sus cambios que lo mataron y cambiaron el sistema y hoy no se respeta la identidad cultural, la educación hay que pagarla, todavía no tenemos reforma universitaria, los bancos son los dueños de Chile y así van a seguir arrasando con todo mientras los ciudadanos no despierten.
-Si se intentó, siento que sí, pero eso no es lo importante, yo no hago la película para mí, el cine se hace para los demás. El arte es la proyección del alma de uno y de sus personajes. Yo quise rescatar lo que yo pensaba de Allende como ser humano, no una estampa de santito ejemplar, un hombre que es capaz de superar sus propias debilidades y trasciende a la historia.
-Por eso es que vine, me dejo llevar por el instinto. A mí me tincó venir para acá y se logró coordinar el poder venir a Chiloé y realmente estoy muy feliz de haber venido, tanto así que no me quiero ir.
-De hecho, este edificio (el Centro Cultural Comunitario, donde se proyectó "Allende") va a dar paso a uno nuevo, sé que acá la familia Jiménez tuvo un cine, donde se dieron películas mexicanas, de westerns y films de romanos y tenía platea, balcón y una galería. Esto me lo contó gente con la cual he conversado y conozco mucho de la cultura chilota, a través de un profesor que tuve, un gran escritor que fue Rubén Azócar que escribió "Gente en la isla", siempre la releo pensando en que se puede hacer una película porque es una gran novela. Y aquí Neruda vino mucho, lugar en donde escribió uno de sus poemas más bellos de "20 poemas de amor y una canción desesperada", cuando se enamoró de una hermana de Rubén Azócar. Conozco muy bien lo que publicó Francisco Coloane, he leído hasta las crónicas coloniales y siempre me llamó la atención que el último territorio que obedeció al rey de España fue Chiloé. Tuve grandes amigos chilotes durante la universidad: buenos para los puñetes, hábiles, valientes, pequeños de estatura, pero de una fuerza extraordinaria y mujeres que le rinden gran pleitesía y devoción al amor, grandes amantes. J