Parte remoción de escombros de la Feria Municipal de Ancud
Luis Contreras Villarroel
Extrañas coincidencias que serán parte de la investigación han encendido las alarmas en el municipio ancuditano luego del voraz incendio que la madrugada del miércoles arrasó con más de la mitad de la Feria Municipal.
Mientras se aunaban los esfuerzos para trabajar por la reconstrucción del edificio comercial dañado por las llamas, un nuevo siniestro amenazó esta vez el primer piso del edificio consistorial.
El insólito hecho se registró la tarde del mismo día mientras se realizaba un acto por el Día Nacional del Bombero en el Teatro Municipal Mauricio de la Parra.
Fue en una zona contigua a la Dirección de Aseo y Ornato cuando un siniestro obligó a activar los sistemas internos de emergencia, siendo la situación rápidamente controlada.
Así lo indicó Soledad Moreno, alcaldesa de Ancud, quien no ocultó su extrañeza por este suceso que se produjo a escasas horas de desatado el incendio que damnificó a 29 feriantes.
Según la edil, "extrañamente en un sector en donde tenemos materiales que no se usan, especialmente muebles, se hizo fuego allí, tenemos la fotos y vamos a ver a las personas que puedan ser testigos de esta situación y también voy a hacer la denuncia en la Fiscalía. Es absolutamente lamentable que esto nos esté sucediendo".
Acotó que estos eventos se suman al atentado indiciario que hace un tiempo afectó a la casa y al cuidador del predio Bellavista, también de propiedad municipal.
La presentación sería canalizada mediante oficio al Ministerio Público. No obstante, al cierre en la entidad no existían antecedentes formales frente a este caso.
INGRESO
Mientras tanto y a menos de 72 horas de ocurrida la emergencia en la feria, finalmente los locatarios ingresaron la tarde de ayer a la feria luego de concluidos los peritajes policiales de la PDI.
Cuadrillas municipales en colaboración con los propios comerciantes iniciaron el lento trabajo para remover los escombros, verificar el sistema de energía eléctrica e intentar rescatar algunos enseres o mercadería.
El comerciante Sofanor Díaz, dueño de la pescadería El Chonguito, expresó su dolor al comprobar cómo el fuego y el agua afectaron su local que se ubica en el primer nivel del inmueble. "Cuando entramos sentimos pena, impotencia en principio y aquí todo el marisco, la mayoría del pescado se echó a perder por el calor y los días sin hielo", reveló.
Sin embargo, el emprendedor rescató cerca de 200 kilos de salmón congelado que mantenía en una de sus máquinas. Dijo que mientras se concreta la reubicación de los feriantes en uno de los galpones cercanos al Gimnasio Fiscal se ubicará en la vía pública a expender sus productos.
A su vez, la pequeña empresaria gastronómica Catalina Mansilla, quien perdió toda su inversión en la cocinería La Voladora, admitió que a diferencia de algunos colegas suyos no tiene el capital para arrendar o levantar su emprendimiento.
Consignó con resignación que "no puedo arrendar porque no tengo recursos, entonces creo que haré la comida en la casa y salir a vender, voy donde los pescadores o la gente que está en la feria y allí me manejo ofreciendo colaciones".
Desde el municipio se destinó un equipo de trabajo que procedió al retiro de los escombros y mercadería en mal estado. En complemento se procedió a revisar la instalación eléctrica y los artefactos que se salvaron de la acción del fuego. La reapertura al público de la Feria Municipal de Ancud recién podría concretarse durante la próxima semana. J
Una evaluación de cada caso se inició tras el ingreso a la Feria Municipal de Ancud por parte de los locatarios. Mauricio Henríquez, encargado de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) del municipio, expuso que los daños más considerables se localizan en el segundo piso donde funcionaban los restoranes y cocinerías. "Creemos que tenemos un daño estructural de un 30 o un 35%, estructural", aseveró.
Señaló que en forma inmediata ya se trabaja en la revisión de la red de energía para habilitar la zona sur de la feria que no sufrió daños. En esa área serán reubicados los productores hortícolas, mientras que la sección de pescadores y mariscos se trasladará a uno de los galpones una vez que el municipio lo habilite con las condiciones sanitarias para su funcionamiento.
"Sentí pena,
impotencia; el
pescado, la
mayoría del
marisco se echó a
perder".
Sofanor Díaz,