Calidad de vida laboral: un compromiso de la alta dirección
Señor Director:
Sin duda, potenciar la calidad de vida es un aspecto cada vez más importante dentro de las organizaciones, incluso como un factor determinante para el rendimiento. Hoy, las empresas para ser competitivas deben abordar este tema dentro de su eje estratégico y no como un par de iniciativas dispersas, sino que a través de programas integrales que comprometan a los más altos niveles de la organización.
El estudio "Cómo los líderes valoran la calidad de vida en sus organizaciones", realizado recientemente por Sodexo, en el cual fueron entrevistados 780 líderes de compañías y organizaciones en Brasil, China, Francia, India, Reino Unido y Estados Unidos da cuenta de esta tendencia, ya que un 66% de estos altos directivos dijo estar totalmente convencido de que mejorar la calidad de vida es una prioridad estratégica, lo que ya ha comenzado a ser abordado por las empresas a través de cuatro dimensiones: promoviendo la interacción social entre sus colaboradores, mejorando los entornos físicos de trabajo, incentivando el equilibrio entre la vida personal y laboral, y apoyando la adopción de hábitos de vida saludable.
El informe arrojó, además, que un 91% de los encuestados percibe una relación entre la calidad de vida y el rendimiento en su organización, en tanto, que un 86% afirmó ya haber implementado al menos tres iniciativas en pos de la calidad de vida dentro de su compañía, que fueron más allá del reconocimiento económico.
¿Pero qué pasa en Chile? En nuestro país una persona está en promedio 8 a 9 horas diarias en su trabajo, tiene alrededor de 5 horas para compartir con su familia y dispone de 7 u 8 horas para lograr un sueño reparador. Lo anterior, deja en evidencia que las empresas se han convertido en el segundo "hogar" de los chilenos, por lo que resulta fundamental que las compañías incorporen dentro de su estrategia de retención y fidelización aspectos como reconocer el nivel de bienestar de sus colaboradores, crear ambientes de respeto, abrir espacios de confianza tanto con los pares como con la jefaturas y estrategias de cuidado del entorno y las relaciones.
En este contexto, las relaciones interpersonales cobran gran protagonismo a la hora de evaluar aspectos como el clima laboral dentro de la organización, al ser un elemento que tiene un impacto directo en los niveles de motivación de las personas.
A diferencia de la cultura empresarial de los años '90, hoy la mayoría de las organizaciones se preocupan por lograr que sus colaboradores cuenten con un equilibrio entre el hogar y el trabajo, por lo que como empresas tenemos el deber de adquirir un compromiso con la calidad de vida de nuestras personas si queremos lograr una mejor eficiencia operacional.
Es así como al mejorar la calidad de vida de los colaboradores, influimos en su motivación e impulsamos los resultados de las organizaciones.