Monseñor Agurto no apoya dichos del ex obispo Ysern
nelson.soto@laestrellachiloe.cl
Su total apoyo entregó Juan María Agurto, obispo de la Diócesis San Carlos de Ancud, a su homólogo de Osorno, Juan Barros, a raíz de la carta que hizo pública el obispo emérito de Ancud Juan Luis Ysern pidiendo la renuncia del cuestionado religioso.
Barros Madrid asumió el pasado 21 de marzo la Diócesis de San Mateo de Osorno encontrándose con una serie de protestas en su contra, producto de su vinculación con el sacerdote Fernando Karadima, el que fue castigado a perpetuidad por el Vaticano a una vida de oración y penitencia por abusos sexuales y sicológicos reiterados contra jóvenes.
En la misiva Ysern insta a Barros a que deje su cargo, ya que parte de la comunidad lo rechaza, condenándole por haber sido cercano al ex párroco de El Bosque.
"El Papa se mantuvo firme en el sentido de haber examinado con sinceridad tus antecedentes y no haber encontrado fundamento para no nombrarte como obispo de Osorno. El Papa fue muy valiente, yo lo admiro mucho. Pero lo que considero que no pudo darse cuenta el Papa es que en Chile hay diversas clases de víctimas de Karadima", expuso el ex jefe diocesano de Chiloé, Palena y las Guaitecas.
Dentro de lo mismo, Ysern mencionó que "tú no puedes desconocer que perteneces a una de las diversas clases de víctimas. Esa marca la tienes y te acompañará donde vayas. Juan, renunciando a la potestad, adquirirás autoridad y paz".
Recalcó el también ex obispo de Calama y ex presidente de Caritas Chile que el día en el que el pontífice se dé cuenta de esta situación "va a sentir la necesidad de liberarte de Osorno y pedirte la renuncia. Como pienso esto, encuentro que sería mucho mejor presentar la renuncia antes que él llegue a pedirte que la presentes".
También apunta el prelado de origen español: "Al decirte estas cosas, querido Juan, no me tengas como adversario, por favor, sino como hermano que, con sinceridad, te dice las cosas buscando el bien tuyo y de todos tal como creo que es la voluntad de Dios".
Ecos
Con tranquilidad reaccionó Agurto ante la carta pública de su antecesor, acotando que no la conoce en profundidad.
"He escuchado pedacitos (de la misiva) que transmiten los medios de comunicación. No conozco el texto y estoy tratando de interiorizarme de cuál es el pensamiento de monseñor Juan Luis Ysern. Ahora, cada uno expresa su parecer y yo de ninguna manera le voy a pedir a monseñor Barros que renuncie, sino que él trate de realizar mejor su servicio", sentenció.
Sumó el religioso que el cuestionado obispo de Osorno ya entregó su impresión sobre el tema y que no ha recibido alguna acusación directa, aunque se ha visto afectado con lo que sucedió con Karadima.
"Es una cosa lamentable (lo del último sacerdote) y muy dolorosa para todos nosotros. El Papa ha estado informado y para el nombramiento de él (Barros) han analizado todos los datos que tienen y, como dice el comunicado de la Santa Sede, en estos momentos no hay antecedentes que hagan que monseñor Barros no pueda asumir la responsabilidad", acotó Agurto.
Expuso la misma fuente que seguirá manteniendo comunión con su par del norte de la Región de Los Lagos, debiendo estar atento a lo que piden los fieles a sus pastores.
"La situación del padre Karadima ha sido un daño tremendo para la Iglesia, pero nosotros somos la iglesia del padre San Alberto Hurtado, de Teresa de Los Andes, del padre Pío, de grandes hombres como Óscar Romero, y somos también la iglesia de Karadima donde él participa (…). Somos una iglesia que debemos estar en constante conversión y enfrentar las cosas que no están bien", reflexionó el prelado.
Agurto está al mando de la Iglesia Católica en la zona desde 2005, año en que Ysern debió renunciar al cumplir el límite de edad de 75 años impuesto a los obispos. J