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Un siniestro que pudo haber tenido funestas consecuencias se desató la mañana de ayer en Quellón. La alarma del Cuerpo de Bomberos se disparó a las 9.58 horas por un aviso de incendio que se desarrollaba a esa hora en la bodega de la ferretería Fevialco, ubicada en calle Santos Vargas de la comuna. Las llamas podían verse, incluso, desde el sector de Punta de Lapas, al otro extremo de la bahía de Quellón.

La oportuna intervención del voluntariado que desplegó material y voluntarios de la Primera, Segunda y Tercera compañías, más el equipo especializado Hazmat (materiales peligrosos), impidió que las llamas alcanzaran otras dependencias del edificio, manteniéndolas circunscritas solo al segundo piso de la construcción. La emergencia se dio por superada a eso de las 10.45 horas.

Afortunadamente, las llamas no llegaron a un pasillo del segundo piso que conecta con la sala de ventas y, adicionalmente, a la casa habitación de los dueños del establecimiento comercial.

El incendio afectó solo a esta planta de la bodega de la ferretería donde se almacenaban, entre otros artículos, menaje, alfombras, cables eléctricos, carretillas, zapatos de seguridad y salvavidas. Los materiales más inflamables como pinturas y cañerías de PVC se encontraban en el primer piso de la bodega, lo que significaba un serio peligro para los voluntarios que combatían el siniestro y la integridad del resto de la construcción.

De acuerdo a lo informado por el comandante del Cuerpo de Bomberos de Quellón, Eduardo Obando, el fuego se habría iniciado en la inflamación de un calefactor artesanal, hechizo, con una gran carga de leña en su interior, ubicado en la planta baja y que los trabajadores del lugar lo utilizaban para calefaccionar el sector.

Según explicó el oficial, "se produjo la inflamación del aparato, la que se propagó hacia el cielo raso de la habitación, que es el piso del segundo nivel de la bodega". Sumó que "un voluntario sufrió lesiones leves al clavarse un rastrillo en su pie, por lo que fue derivado al hospital local, lugar donde fue atendido y se le colocó la vacuna antitetánica. Tras eso fue enviado a su domicilio con indicaciones de reposo domiciliario".

En tanto, Galo Contreras, propietario de la ferretería, manifestó que "considerando la pérdida de mercadería, más la de la construcción, calculo en aproximadamente 80 millones de pesos los daños".

El empresario afirmó que "pasamos un tremendo susto, si las llamas alcanzaban nuestra casa quedábamos en la calle. Gracias a Dios, no hubo víctimas ni lesionados que lamentar".

Respecto al origen del fuego, Contreras confirmó la causa del siniestro, detallando que "los chicos que trabajan acá dejaron una cocina artesanal prendida en el primer piso, que usan para calentarse cuando hace mucho frío, se recalentó el caño y ardió. En la mañana nos habíamos ido a trabajar a terreno y cuando estábamos fuera me avisaron del incendio".

Igualmente, el dirigente deportivo expuso que no hay seguros comprometidos y que demorarán una semana en hacer la limpieza del local para comenzar a atender nuevamente al público. J