Ex timonel de Monterrey: "Está claro que 'Chupete' ya no es el mismo"
Medios Regionales
Humberto Suazo aterrizó el 15 de diciembre pasado en el Monumental. Lo hizo con cartel de ídolo y fue recibido como el hijo pródigo. Prometió trabajo y muchos goles. Arturo Salah, en ese entonces presidente de Blanco y Negro, dijo que tenerlo de vuelta en casa era un orgullo. Y que la meta sería pelear la Libertadores.
Hoy, 105 días después, Suazo figura con una pierna desgarrada y apenas dos goles a su favor. Los hinchas, antes incondicionales, hoy le regalan críticas hirientes a través de las redes sociales. Diarios reputados plantean que "Chupete" está cada vez más cerca del retiro. Y Blanco y Negro anuncia que a partir de mayo solo contratará jugadores menores de 30 años. ¿Es -nos preguntamos- el ocaso del jugador?
Su legado en México
Acudimos a un experto. Al hombre que en 2006 viajó a Chile con un maletín lleno de dólares y le gritó a "Chupete": "¡Te quiero en mi equipo!". Jorge Urdiales, presidente de Monterrey entre 2001 y 2012, oye el nombre de Suazo y ofrece un suspiro honesto. Rememora los 121 goles que convirtió en el club y los títulos del Apertura 2009 y Apertura 2010 en los que fue figura. Suazo, asegura Urdiales, es un ídolo: "¡Un referente! Su trayectoria fue excelente".
Urdiales califica a Suazo como un hombre sensible. Dice que para ser feliz, "Chupete" necesita a su familia. Que si sus hijos están cerca, Humberto hace goles. Si no lo están, entra en una crisis nerviosa. Por eso, dice, su primer torneo en México fue olvidable. Después, con su familia ya asentada en Monterrey, explotó. Su legado, sin embargo, es incuestionable: "Es el goleador máximo del equipo en su historia. Por eso hay que verlo en todo su contexto. Hay períodos malos que los tienen todos los goleadores".
Aporta, también, un dato biográfico: el humor de Suazo es impredecible. Había días, recuerda, en que "Chupete" regalaba sonrisas a sus compañeros y ofrecía chistes medianamente graciosos. Otros, en cambio, en que fruncía el ceño e interactuaba lo mínimo. Convivir con él, jura el ex presidente, requiere paciencia. "Suazo tuvo muchos exabruptos, hubo situaciones que no supo manejar. Soltó cosas que fueron ofensivas a la directiva", revela.
-Yo tengo muy claro que las personas tienen grados de sensibilidad distintos. Los humanos no somos cilíndricos, tenemos lados. Y Suazo es una persona como cualquier otra.
-Nunca hubo ofertas concretas de Europa más allá de Zaragoza. Él quería ir, era su aspiración, pero nunca hubo nada concreto. Solo sondeos informales. Y eso él lo entendió, es falso que haya habido problemas con eso.
-Está claro que este Suazo no es el de antes. Su último torneo acá no fue muy bueno. Pero es una curva natural de inicio y término de la carrera.
(El señor Urdiales piensa durante algunos segundos. Luego responde) -Mira, yo he visto a muchos jugadores tomar un segundo aire. Y Humberto lo puede tener ahora.
Y quizás en el Apertura, ya recuperado, Chupete reaparezca. Y con él lo hagan sus goles. Será, augura Urdiales, el segundo aire del goleador. J