Lanchas reviven vieja tradición marinera
lcontrerasv@laestrellachiloe.cl
Una verdadera recreación de tiempos antiguos cuando la única vía para comunicarse era por mar es la que protagonizan por estos días siete embarcaciones que dan vida a la Regata de Lanchas Veleras Chilotas "Ruta del Caleuche".
Son el símbolo del auge económico y productivo que experimentó el territorio insular durante la primera mitad del siglo XX y que hoy son parte de una exhibición para los chilotes y turistas que exploran la zona.
Se trata de una idea antiquísima que quiso plasmar el vecino y actual presidente de la Cofradía del Chilote Navegante, Pedro Martínez, por tener precisamente sus orígenes en la sacrificada y rica historia de la navegación por los canales australes.
Con orgullo el dueño de la lancha velera "La Javita" observa cómo este sueño comenzó a forjarse en los últimos días cuando carpinteros y patrones de este tipo de embarcaciones aceptaron el desafío de revivir un viaje entre islas y canales apoyados solamente con la fuerza del viento.
"Esto es una situación familiar, soy nacido en la isla de Quehui y mi señora es nacida en la isla Lemuy, y siempre nosotros pensamos que teníamos que rescatar alguna tradición", explica Martínez desde el popular muelle de las papas en Castro.
Admite que si bien cuenta con los conocimientos para maniobrar una lancha a motor, nunca tuvo la posibilidad de gobernar una lancha velera que solían recorrer las distintas islas del Archipiélago llevando no solo madera y mercadería, sino una forma de vida del chilote.
Recuerda la imagen de un antiguo marinero conocido como don Bauche Colivoro, quien en una de estas naves llegaba a Quehui "procedente de Corcovado, cargado con mercadería, leña y pescado, incluso era tan grande la goleta que él picaba leña adentro".
Afirma que estas veleras chilotas estaban tan implementadas como una vivienda, ofreciendo así todas las condiciones para que familias enteras navegaran por el mar interior y la zona sur de nuestro país.
Martínez agrega como antecedente que "estaban más habilitadas que las propias casas porque lo único que sabían era cuando salían del puerto, porque nunca sabían cuando regresaban".
En estas lanchas "ocurría de todo; averiguando algunas cosas de la historia se habla de que hasta niños nacían allí y también morían, por lo tanto, estas salidas eran de dos meses".
La regata de lanchas veleras iniciada el pasado 12 de febrero en el pequeño puerto de Quemchi consta de unas 60 personas en total, tanto entre los propios tripulantes como el equipo encargado de producir cada una de las recaladas.
tesoros
Una de las novedades de esta verdadera empresa náutica es la presencia de dos carpinteros de ribera de Hualaihué, en Palena, quienes el año 2014 recibieron el Premio Tesoro Humano Vivo otorgado por el Ministerio de Cultura.
José Mautor y Artemio Soto son los invitados especiales que junto a sus veleras representan la esencia pura de la historia de la navegación en los canales chilotes.
"Yo partí a los 5 años haciendo mis lanchitas chicas, de allí empecé, hice lanchas a unos vecinos, a un hermano también y de allí comencé a construir yo", recordó el primero de los artesanos.
El maestro ribereño se toma su tiempo para establecer las diferencias entre sus naves y las actuales lanchas a motor precisando que "son distintas por las figuras que hay abajo, ya que allí está toda la maniobra de cómo deslizarse las lanchas".
Su compañero de oficio, Artemio Soto, en su trayectoria ha construido cuatro embarcaciones mayores sin considerar botes de menor envergadura.
Convencido del valor de esta regata de naves construidas a la antigua usanza detalla que "estas cosas son tradiciones que nunca pueden perderse, mientras nosotros estemos vivos seguirá existiendo".
El circuito que sumó hasta ayer a las comunas Quemchi, Dalcahue, Puqueldón, Dalcahue y Castro ha contado con el respaldo del Ministerio de Cultura.
La seremi de Cultura, Evelyn Almonacid, enfatiza que "justamente esa es la importancia, rescatar este medio de transporte que fue durante años y décadas el único medio de transporte en la Isla y no solamente en Chiloé, sino también en la provincia de Palena".
El periplo finaliza hoy en Chonchi, cumpliendo de esta manera la más pura expresión cultural de viejos navegantes de la zona. J