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Lleva recién nueve meses en el cargo de embajador y ya se mueve como "pez en el agua" por las calurosas y ajetreadas calles de Quito, capital de la República del Ecuador. Reconoce que a sus días le faltan horas, que su agenda diplomática es bastante "movida" y a ratos demandante, pero asegura que la experiencia ganada hasta ahora compensa con creces el esfuerzo y empuje que ha destinado para responder satisfactoriamente a la tarea encomendada por la Presidenta Michelle Bachelet.

El ex diputado por Chiloé y Palena y ahora embajador de Chile en Ecuador, Gabriel Ascencio Mansilla (DC), recibió hace unos días a La Estrella en su nuevo hogar en Quito y se dio tiempo para conversar acerca de su nuevo rol y de sus proyecciones políticas a mediano y largo plazo. Nuestra visita coincidió justo con la octava cumbre que organizó la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para relanzar las políticas de integración entre los países de Sudamérica.

A esta cita asistieron los presidentes de Argentina, Colombia, Bolivia, Brasil, Perú, Paraguay y Venezuela, entre otros. La Presidenta Michelle Bachelet, acompañada del ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, y del embajador Gabriel Ascencio también intervino en esta histórica cumbre, en la que se inauguró la nueva sede del organismo, emplazada en la Ciudad Mitad del Mundo. Este encuentro entre países sudamericanos también buscó fortalecer los procesos de integración enfocado en las agendas política, social y económica propuestas por el secretario general del organismo, Ernesto Samper.

EXPERIENCIA

En medio de su apretada agenda, Ascencio nos recibió en su hogar, situado en el sector alto de Quito, donde dialogó abiertamente con La Estrella de Chiloé acerca de su trabajo en estos meses como embajador y de las posibilidades de volver a retomar en el futuro un rol activo en la política nacional, ya sea a nivel parlamentario o desde la trinchera regional, provincial o comunal.

Reconoce que esta nueva experiencia como diplomático lo tiene contento y muy entusiasmado, experiencia que por lo demás le ha reportado muchos dividendos y satisfacciones. Pero también admite que lo difícil ha sido estar lejos de su familia. Sin embargo, Ascencio está empecinado en cumplir con su comisión y responder a las expectativas que hay cifradas en su gestión.

-Ha sido una experiencia muy positiva. Para mí ha sido espectacular ser el representante de mi país en Ecuador. Cuando la Presidenta Bachelet me encomendó esta función insistió en que debíamos intensificar la relación con Ecuador desde todos los puntos de vista y también acompañar a Ecuador en las tareas que enfrenta con Unasur, que es el centro principal de integración de América del Sur y en eso estamos fuertemente abocados.

-Unasur es el centro de integración más relevante que hoy tenemos. Lo que allí se ve es la integración política. Su rol es muy relevante en los países sudamericanos, sobre todo cuando enfrentan algún tipo de crisis política. Es lejos la entidad que muestra mejores resultados en materia de gestión, comparado con otros organismos de integración que existen en América del Sur.

-Lo que más extraño es el contacto con la gente, el interactuar con los vecinos, el no poder recoger sus inquietudes para intervenir en sus soluciones. Pero todas esas cosas que se echan de menos las reemplazo con las actividades de la embajada, en las que también tenemos un contacto permanente con la ciudadanía y nuestros compatriotas. Hace unas semanas, me arranqué a Chiloé y estuve compartiendo con unas 150 personas con motivo de mi cumpleaños. El dialogar con la gente, saludarla y abrazarla fue como recargar las pilas para seguir en las funciones que hoy realizo.

-Como embajador no puedo emitir opiniones en relación a lo que me preguntas. Claro que tengo mi opinión en torno al devenir político en Chiloé y sus protagonistas. Las comparto con mi círculo más íntimo pero más allá de eso me reservo mis comentarios. Tengo noción de lo que ocurre en el país y sobre todo en mi provincia en materia política pero prefiero por ahora guardar mi opinión.

-Chiloé necesita de muchas más iniciativas de la que hoy vemos. Se requiere de más atribuciones y más recursos y nuevas ideas que generen, por ejemplo, la preservación de nuestra cultura. Si pudiéramos aprender de la defensa del patrimonio ecuatoriano en su conjunto, avanzaríamos muchísimo en Chiloé. Nos falta valorar más lo que culturalmente somos, creo que de esta manera mejoraríamos lo que tenemos hoy y alcanzaríamos un mejor desarrollo provincial.

DESAFÍOS

-No es fácil responder esa pregunta. Yo tengo un desafío enorme… que es hacer bien mi trabajo en este país y cumplir con la confianza que me brindó la Presidenta Bachelet al nombrarme embajador en Ecuador.

-Mira, yo me sigo viendo involucrado en política. Es lo que más me gusta, por ahora estoy cumpliendo con pasión mi rol de embajador. Echo de menos mucho a mi familia pero las circunstancias han decidido que por ahora me mantenga distanciado de mi mujer y mis hijos el tiempo que duren mis obligaciones. Pero también disfruto con pasión de algo que realmente me gusta. Lo que venga después está por verse… así como están las cosas obviamente que yo debiera volver al ring político activo.

-Yo no me veo en el futuro sin participar de la política. Haber… yo no soy un diplomático de carrera, yo solo estoy cumpliendo una función que me encomendaron y que quiero responder de la mejor manera posible. Pero mientras haya fuerzas me veo en política y muy ligado a Chiloé.

-Eso no lo puedo saber por ahora. Eso es complejo, puede ser desde el parlamento, desde el municipio, desde la región, eso aún no lo sé.

-Debo confesar que por ahora me gustaría cumplir bien mi tarea como embajador, no corresponde que por ahora me ponga a presumir o a pensar en los roles que pueda cumplir en el futuro. Hagamos bien el trabajo de embajador y después evaluemos qué es lo que se viene de acuerdo a lo que vaya ocurriendo.

-No se trata de abrir o cerrar puertas. La realidad me indica que muy probablemente en los próximos años siga participando de la política activa. Estoy en esto desde el año 1969 y es muy difícil que me desvincule de esto. Siempre he estado en política y voy a seguir siempre en política.

-¡Sí, mucho! Todos los días uno tiene ideas nuevas. Claro que siempre hay cosas por hacer, las ganas, la experiencia y las fuerzas las tengo para cumplir algún rol en política. Siempre cada día tiene su afán, y hoy mi afán es ser un buen embajador, pero como soy un animal político ya veremos lo que ocurre después. J