Dos semanas a puro amor con la gira de la Teletón: de Arica a Coyhaique con los famosos
l Juan Riquelme
Lunes 17 de noviembre. Coyhaique exhibe fríos (4 grados), el piso está húmedo tras la lluvia que cayó todo el día y el viento nos recuerda que estamos en la Patagonia.
Un backstage pequeño y casi improvisado nos tiene a todos ahí, prensa, animadores, productores, directores de televisión, y personal de seguridad. Las condiciones son adversas, los artistas deben recortar sus presentaciones y otros se terminan de arreglar casi pisando el escenario. Es la última noche de la Gira Teletón 2014, hecha a pulso, y con 6 mil personas en la cancha de pasto natural de Coyhaique. Es cierto, es el marco de público más bajo de toda la gira, pero seamos claros, las condiciones eran adversas.
Pero más allá de los números -200 mil espectadores en total, 16 shows intermedios, 11 espectáculos nocturnos- la gira fue mucho más que eso.
La Estrella, estuvo en el recorrido previo a la gran cruzada, desde Arica a Coyhaique, y rescató algunas historias dignas de comentar. No pidan contarlo todo, eso sería romper el código, tal como el 2012, cuando medio mundo se enteró del show de Paul Vásquez, el Flaco, luego que en Puerto Montt se disparara con las copas y terminara protagonizando fuertes dichos con la dueña del hotel de esa ciudad; si hasta Carabineros intentó bajar los ánimos. Cuento corto, ese lugar este 2014, no nos recibió.
La distancia de Juanita
Cada jornada de Teletón la gira nos ofrece algún artista llamado de "proyección". Aunque no fueron presentados así, este año los ojos apuntaron a Matías Oviedo y Los Julio Pino, acompañados de Juanita Ringeling.
El grupo, liderado por los dos actores que además son pareja en la vida real, se subió con nervios a Temuco, y la gente -que mucho no los conocía- terminó rindiéndose ante la sonrisa de Matías y la belleza de Juanita. La presentación fue aplaudida y Juanita confesó que sentir los nervios del público masivo "es rico". Pero, la verdad ante todo, la atención sobre este grupo tenía los ojos puestos en Juanita y Matías. Ambos lo sabían y por eso no externalizaron mucho su relación apetecida por lo medios masivos. Si queríamos ver besos, no los había; si queríamos verlos de la mano, lo evitaban. Parece que fuera de la habitación actuaban a ser profesionales y dejar de lado la relación -confirmada por ellos- de amor que tienen.
Y así estuvieron en escenarios pequeños y otros grandes. Juanita saludando a los niños, Matías apelando a las mujeres. Ritmo de charango y guitarras hacían un estilo de música poco conocido en regiones, pero que en Santiago se había hecho un espacio. Lo único "de pareja" que se vio fue que salieron de la misma pieza y se abrazaron con cuidado cariño en uno que otro sillón que había por ahí. Pero, parece que no todo fue tan rutinario para ellos.
En Temuco, Juanita subió al ascensor con Matías y a los segundos un vidrio sonó a roto, la rubia había impactado algo en la parte inferior del vidrio del elevador. El vidrio se rompió y Juanita, formada en colegio pagado, hija de ex alcalde y actual concejal de Zapallar, avisó de inmediato sobre este hecho. Hay que decirlo, el 90% se hubiera quedado "piola", pero Juanita es única.
A la micro...
La promesa era llegar en tren a Temuco, sin embargo, un problema de horario lo impidió. La solución: todos abajo en Lautaro y desde ahí al destino final en micros, camionetas, van, lo que hubiera. Había que llegar temprano y no había nada programado. Se imagina a Mario Guerrero, Tomo como Rey, Fusión Humor y varios artistas más en una micro local. Bueno, así llegaron a Temuco.
El rock de Valdivia
El sur dio para mucho. Karen Paola había comenzado en Arica con la Gira de la Teletón. A toda pila, la cantante y animadora no había tenido respiro. En Valdivia ya no le quedaba voz y las alarmas se prendieron. Ese día el programa decía que animarían Karen Paola, Javiera Contador y Jean Philippe Cretton, pero los dos últimos no estarían.
Karen sería la única que podría salvar la noche y en la lista se habían sumado Juanita Ringeling y Matías Oviedo, los que a los pocos minutos anunciaron que no estarían animando. Un taxi, una clínica, una inyección y por la noche Karen estaría nuevamente sobre el escenario. La gira vivió un momento crítico. Karen no podía estar sola y Rodrigo Díaz, el ex "Rojo" que lidera el movimiento zumba, se debió vestir de traje y conducir con la cantante. Al día siguiente, Karen Paola se desataría, y bailaría perreo y cantaría "Puerto Montt" a capella en la capital de la Región de Los Lagos.
Y acá, me quiero tomar una licencia. 11 de la mañana y me subo al ascensor. Del otro extremo del pasillo, Juanita y Matías. En el ascensor subimos un piso, se sube un integrante de Tomo como Rey y en el otro piso, Karen Paola. Vamos con mochilas, bolsos, instrumentos, apretados y justos. Golpe, y el ascensor quedó atascado. El grupo estaba divertido, pasaban los minutos y nadie hacía nada por nosotros. El timbre de alarma parece que lo oíamos solo nosotros. Juanita acotaba que con Matías sumaban 100 kilos, y los otros integrantes del atasco nos mirábamos. Karen Paola apretaba los botones inferiores escondidos en un espacio bajo la botonera del ascensor pero nada.
El teléfono del hotel nadie lo contestaba. Los minutos pasaban y Karen Paola ya había gritado un par de veces un desesperado "auxilio". Ya el aire se hacía insostenible y Karen Paola recordó que cuando pequeña jugaba a abrir ascensores. Cómo lo hacías, le preguntamos, y comenzó a mostrarlo. En segundos, la cantante ya había abierto el ascensor. Al bajar, notamos que nadie estaba ahí con intención de rescatarnos.
Locura de Méndez
Si hace algún año el "tincado" del grupo fue Américo, este año le tocó a DJ Méndez. Con ficha de ser un tanto desordenado -eso incluye bajarse de algunas ciudades por problemas médicos cuestionables en años anteriores- el porteño este año volvió a encender las alarmas en Concepción, donde no se presentó, pese a que horas antes del espectáculo lucía en el lobby del hotel que los hospedaba. Todos pensaban que Méndez, que había rechazado estar en una serie de espectáculos durante el día por problemas de salud, haría lo mismo con el resto de la gira.
El porteño, era uno de los pocos artistas que haría casi todas las fechas. Llegó acompañado de Karnaza (Macabro Imperio) y Matías Manuel, una nueva contratación del grupo y que aprendería -con creces- de Méndez. En Arica hubo tiempo, Iquique también, pero ya cuando avanzó la gira él y sus compañeros comenzaban a pedir un trato especial. Querían vehículos personales para ellos, almuerzos rápidos y actuar bajo sus reglas. En el tren que inició el viaje por el sur estuvieron, pero no se pusieron -por ejemplo- para la foto oficial.
En las ciudades intermedias, Méndez prácticamente no se bajó y prefería quedarse en el tren. Así llegamos a Concepción donde no se presentó. Al día siguiente -en el camino a Temuco- bajó a saludar desde la puerta, pero no cantó. Ahí explicó que tenían problemas en las cuerdas vocales y que por eso no había estado en Concepción. Méndez aseguró el resto de la gira y cumplió.
Un par de líneas arriba hablamos de Matías Manuel, el nuevo integrante de Macabro Imperio. El joven, fue furor en cada ciudad que bajaba, haciéndonos recordar lo que ocurría con Denisse Rosenthal y Augusto Schuster, quienes fueron furor en sus presentaciones en giras pasadas. El furor fue tanto que costaba sacarlo de los escenarios locales, pero lo más duro fue en Concepción.
Sobre el escenario estaba Mario Guerrero. El cantante nacional tenía a medio mundo enamorado, la gente cantaba sus canciones y el silencio era cómplice del romanticismo. Pese a que esa noche no actuaría Méndez, sus amigos y colegas de Macabro igual llegaron al lugar. Bajo el romanticismo de Mario Guerrero el joven Matías Manuel salió a celebrar. Cuento corto, las lolas cambiaron el movimiento casi de ola de sus cabezas por los saltos, los gritos, la locura. El último integrante de Macabro Imperio desordenaba las primeras filas, Mario Guerrero se molestaba -su rostro lo evidenció- y el equipo de Méndez lo iba a presenciar.
Hubo molestia en la organización pero qué importa, la ofenda al show del artista nacional ya estaba hecha. J
Si hace algún año
el "tincado" del
grupo fue
Américo, este
año le tocó a DJ
Méndez.
Los minutos
pasaban y Karen
Paola ya había
gritado un par
de veces un
desesperado
"auxilio".