Chile salió a la cancha del Arena Corinthians con el objetivo de vencer a Holanda y clasificar en el primer lugar del grupo B. Pese a que la Roja tenía asegurado su paso a octavos de final, la idea de no cruzarse con Brasil primaba entre los jugadores y el cuerpo técnico, pero debió ahogar las penas tras la derrota por 2-0 frente a los tulipanes.

Previo al partido, en las calles de las principales ciudades chilotas penaban las ánimas; solamente era posible apreciar a una que otra persona y también a los vendedores ambulantes que se aperaron con televisores para no perderse detalles de encuentro.

Una situación diferente se vivía en los pubs y restoranes de sectores céntricos, a los que desde temprano comenzaron a llegar los hinchas confiando que el buen juego demostrado por Chile en los dos primeros encuentros del grupo se mantendría en este último partido.

Ataviados con gorros, camisetas y las infaltables vuvuzelas, los fanáticos alentaban a la Roja y, a la vez, criticaban las decisiones del juez que consideraban injustas para el conjunto dirigido por Jorge Sampaoli.

Los tantos de Holanda terminaron con las ilusiones de clasificar en el primer lugar, pero no por eso con la confianza que Chile continuará avanzado en el Mundial 2014, sin importar el rival que deba enfrentar en la siguiente fase.

Así lo ve Roberto Novoa, quien sostuvo que 'Chile jugó muy bien, estamos ahí, estamos clasificados quizás no como el primero en el grupo, pero estamos ahí y Chile ha hecho bien las cosas'. J