Se les imputa un brutal ataque contra un joven, al interior de su casa en Castro, quien resultó con heridas de gravedad.
l Pedro Bárcena González
En prisión preventiva quedaron los dos sujetos vinculados al sangriento ataque sexual sufrido por un joven, al interior de su vivienda emplazada en el sector alto de Castro. Después de ampliarse por tres días su detención, ayer fueron encausados en el Juzgado de Garantía local ante la expectación de sus amigos y familiares.
Detallando antecedentes impactantes de la agresión, que incluso calificó "de una brutalidad pocas veces vista", el fiscal Enrique Canales formalizó a los imputados por el violento incidente registrado el viernes en la casa de calle Galvarino Riveros, que dejó grave a la víctima de 31 años.
En el caso del isleño de iniciales G.N.D. (29) se presentaron cargos por el delito de violación, mientras que su amigo, identificado como S.S.T. (24), será investigado por este misma figura legal y por hurto, ya que se le asocia en la sustracción de 25 mil pesos pertenecientes al afectado.
La génesis del bestial ataque sería un altercado por plata, en medio de una larga jornada marcada por el alcohol y las drogas. Como especificó el abogado, la víctima le habría solicitado el dinero del arriendo al menor de los imputados, con quien vivía hace unos meses. "Ahí surgieron unas amenazas", acotó el jurista, las cuales habrían impulsado al tercer interviniente a emprender una cruda embestida con el dueño de casa.
El mismo joven de 29 años reconoció en su declaración que golpeó en reiteradas ocasiones al castreño. Es más, Canales enfatizó que "causa estupor la frialdad en que relata la dinámica de los hechos", aseverando que utilizó unas botellas para agredirlo en la cabeza y otras partes del cuerpo, como también golpes de pies y puños.
Pero esta paliza no sería todo. Respaldado en los antecedentes entregados por Carabineros que llegó al sitio del suceso y capturó en flagrancia a los involucrados, como también en las conclusiones médicas preliminares, el Ministerio Público sustentó el ataque sexual.
El fiscal explicó que "el sargento usando su bastón corre la cortina y vio como la víctima estaba arrodillada y las acciones emprendidas por los imputados". Mientras el menor de estos mantenía reducido al afectado, el otro supuestamente lo accedía carnalmente.
Asimismo, la información emanada desde el Hospital de Castro, donde permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos el isleño, fue contundente. Junto a los traumatismos craneales producto de los golpes que sufrió, los múltiples escalpes (desprendimiento) del cuero cabelludo y la laceración de parte de la oreja derecha , se suman la fisura anal y rectorragia (masiva pérdida de sangre a través del ano).
A su vez, al mayor de los imputados se le constató una lesión genital con presencia de secreción blanquecina. Por todo esto, Canales resumió que "las conclusiones dan cuenta que el joven fue agredido y violado".
Añadió que las pericias realizadas por la Bicrim de Castro y el Lacrim de Puerto Montt permitieron levantar no solo tres botellas con sangre, sino también restos de tejido humano, especialmente, de cuero cabelludo.
La cruda descripción realizada en audiencia, que incluso se complementó con sets fotográficos que observó la propia magistrada Alejandra Varas, sustentó los antecedentes para invocar la necesidad de cautela de los jóvenes. En especial, argumentando el peligro que constituyen los individuos para la seguridad de la víctima y la sociedad.
El fiscal recalcó que el delito principal tiene pena de crimen y que se configurarían dos agravantes. Justamente, una de ellas sería el aumentar deliberadamente el mal del delito causando otros males innecesarios para su ejecución. "Para someter a alguien no es necesario una sesión de tortura, como sucedió en este caso", aclaró, añadiendo que la otra modificatoria sería la pluralidad de malhechores.
Con estos antecedentes, la jueza determinó que la libertad de los sujetos constituye un riesgo, "considerando que una eventual pena sería efectiva" y que existe "peligro de fuga". Por ello, decretó la prisión preventiva, estableciendo un plazo para investigar de tres meses. J