La directora nacional del Senadis, María Ximena Rivas, realizó la entrega de la primera colección completa del libro "Papelucho" en sistema Braille para niños con discapacidad visual de la provincia de Chiloé, al titular de la Escuela Anexa de Ancud, José Cárcamo.

La iniciativa de transcribir la obra de Marcela Paz surge del convenio establecido entre Servicio Nacional de la Discapacidad y la Biblioteca Central de Ciegos.

Según explicó la autoridad, este proyecto que tuvo un costo del orden de 20 millones de pesos, no solo beneficiará a los alumnos del colegio ancuditano, sino a todos los jóvenes y adultos de la comunidad.

"Esta colección contienen la característica de formato Braille e impreso para permitir la lectura de baja visión y al mismo tiempo permite que las profesoras puedan leer junto con el niños, e ir siguiendo la lectura que el menor haga en Braille", sostuvo Rivas.

contento

Por su parte, el director del establecimiento isleño se mostró satisfecho por el aporte que recibió su colegio, que permitirá que los educandos puedan leer la colección completa de "Papelucho".

"La verdad es que todo material de apoyo que sea para los niños con discapacidad visual, siempre va a ser bien recibido y obviamente que va a ver una actitud de gratitud de quienes laboramos en este colegio", manifestó.

Quien estuvo más feliz con la iniciativa fue el joven Camilo Barría, quien cursa el octavo año básico y sufre discapacidad visual. Fue el encargado de leer las primeras líneas del famoso texto.

El estudiante comenzó leyendo Braille con elementos rústicos como cajas de fósforos, porotos y cajas de aspirinas. Con el tiempo empezó a llegar material más acorde a las necesidades de estos niños, que le han permitido avanzar en el aprendizaje.

"Ha sido buena la experiencia y difícil también porque me costó aprender. Que traigan estos libros me parece una buena iniciativa porque uno solo lo aprende por computadores. El apoyo de los profesores ha sido bueno", indicó el alumno.

En la actualidad, la Escuela Anexa de Ancud tiene a ocho alumnos, dos ciegos y seis con discapacidad visual, que son atendidos por tres profesoras diferenciales.