El sicólogo Giorgio Agostini, mítico sanador de celebridades y quien, además, influyó con su sabiduría en la redacción de la Ley de Violencia en los Estadios, se puso a analizar la situación médica de los colocolinos. Meditó en torno a los sucesos de esta semana: sumó la invasión agresiva al entrenamiento y agregó los últimos desmanes en la compra de entradas. Con pesar, pero a la vez sin otra opción, Agostini concluyó que la hinchada colocolina padece depresión.

-Sí, es un fuerte trastorno depresivo.

-¿Qué tan grave es, Giorgio? Es mejor que lo diga…

-Es complejo. Ya ha derivado en una neurosis colectiva.

-¿Esta enfermedad se puede complicar aún más?

-Es probable. Noto que la depresión de la hinchada tiene elementos casi sicóticos. Está con una distorsión para expresar la rabia.

Ocurre que dos encapuchados amenazaron a un mediocampista que no ha convertido muchos goles. Y un conjunto de hinchas llegó al estadio y no pudo adquirir su entrada para el Superclásico. La razón es que el fanatismo se puso digital: ahora las entradas sólo se venden por internet. Sin tarjeta de crédito no hay asiento. Y la venta no está dirigida a cualquier colocolino, sino que a aquellos seguidores que fueron forzados a inscribirse en el sitio de Blanco y Negro. El resultado de esta medida -que luego se revocó con la liberación de unos 20 mil boletos- es que a las 10 de la mañana del miércoles 400 hinchas tuvieron un brote sicótico.

Afortunadamente, se retornó la cordura. No la de los hinchas, sino la de los dirigentes. Tras una gestión realizada en el Sernac por Raúl Labán, el presidente de la Corporación del Club Social y Deportivo Colo Colo, se llegó a una medida que parece sarcasmo: Blanco y Negro también vendió entradas a los socios del club. "Creo que es oportuna la medida y es mejor que nada", comunicó en éxtasis Labán.

fracasos

fracasos

En todo caso, a Giorgio Agostini, el sicólogo, se le nota preocupado. Cree que a raíz de una acumulación de fracasos, los hinchas de Colo Colo están neuróticos. "El hincha aspira a sentirse victorioso, si eso no ocurre empieza a descargar de mala forma su frustración. Le dice al jugador: tú eres el culpable, por ti soy infeliz, yo entonces te agredo a ti y al club que te cobija". A Giorgio le encantaría citar en su consulta a la hinchada, pero, asume con tristeza, no está capacitado para recibir a nueve millones de chilenos en su salita.

-¿Y si Colo Colo pierde el Superclásico, Giorgio?

-Uffff…- suspira tenso el sicólogo. No lo quiere ni imaginar. De momento, sólo sugiere mantener la calma y ver videos de Colo Colo 91 cada ocho horas.