Al noreste de la ciudad de Dalcahue se encuentra el sector rural de Quetalco, lugar en el que un emprendedor chilote ha ideado una peculiar forma de atraer clientes a su negocio y también más turistas a las localidades de la ruta costera de la "tierra de las dalcas".

Mientras en el país y el mundo los empresarios invierten cuantiosas sumas en campañas publicitarias y de marketing, el isleño Pedro Vidal Osorio con su propio ingenio ideó una estrategia que ha dado de qué hablar no solamente a sus cercanos, sino que a personas desconocidas que han conocido su método a través de las redes sociales.

En el sector del cruce Quetalco, al borde de la Ruta W-195, es posible apreciar en uno de los predios de la localidad un pequeño barco de madera, pero la gracia es que en él se encuentra la imagen de una hermosa morena en bikini. Incluso, algunas personas han llegado a pensar que se trataba de una mujer de verdad, pero no es más que una gigantografía.

Vidal es el ideólogo de la "Mujer de la laguna" y, si bien, esta acción no partió como una forma de promocionar su negocio que está ubicado justo al frente del lugar donde está la imagen, con el paso de los días se ha dado cuenta que ha servido para incrementar en parte sus clientes.

Según cuenta el dalcahuino, la idea surgió hace un poco más de un mes con el fin de evitar la proliferación de ratones presentes en una zona con mucho junquillo que se encontraba cercana a la casa de su hija.

Fue entonces cuando se le ocurrió construir una laguna artificial en el predio. Con la ayuda de maquinaria pesada extrajo los junquillos para habilitar una zona que tiene 40 metros de largo y dos metros y medio de profundidad. Igualmente, en el lugar el comerciante construyó un pequeño muelle en el que los visitantes pueden apreciar la obra desde más cerca.

"Por el tema de los junquillos que hacían que circularan muchos ratones se me ocurrió la idea de hacer la laguna", expuso el dalcahuino, sumando que "después pensé que se vería fea la laguna sola y se me ocurrió ponerle un botecito".

En la localidad de San Juan, lugar reconocido en la Isla por el trabajo que desarrollan los carpinteros de ribera, el comerciante adquirió un bote de 3,4 metros de largo y 1,40 de ancho, pero las cosas no quedaron ahí.

Por más de cinco años Vidal tuvo guardada en su quincho una imagen de una modelo de cerveza que con anterioridad le entregó la empresa CCU para promocionar sus productos. Es ese mismo ícono el que saluda a las personas que pasan por su lado, pero además en el bote hay una pequeña figura de plumavit cubierta con un chaleco protector recreando un improvisado salvavidas, en el caso que el viento le jugara una mala pasada a la muchacha.

"No he podido encontrar un tripulante, así es que voy a ir a Puerto (Montt) a ver si puedo encontrar un maniquí que tenga más o menos un metro de alto para que él sea el que maneje el timón del bote", sostuvo el chilote, pensando aún en la forma de darle un nuevo toque a su creación.

LLAMADOS

LLAMADOS

Los cercanos a Pedro Vidal apoyan su visionaria idea y al respecto señaló que "mi familia está contenta con esto, incluso cuando instalamos la modelo le sacamos fotos y la subimos a internet y comencé inmediatamente a recibir llamados".

Del mismo modo, sostuvo que "incluso había personas que pensaban que la modelo era de verdad, los amigos de mi hijo que vive en Puerto Montt le preguntaban si era mi señora".

La mente de este emprendedor dalcahuino no se detiene y ya tiene pensadas nuevas mejoras para su laguna. Ya mandó a confeccionar un letrero que tendrá tres metros de largo por dos y medio de ancho en el que se podrán apreciar todas las iglesias Patrimonio de la Humanidad que hay en la comuna.

"Lo vamos a poner acá afuera a la vista de todos los turistas que pasen por acá para que visiten las iglesias y se incentive el turismo", afirmó el empresario.

A lo anterior se suma, la preparación de un letrero con el nombre y la matrícula del barco, la que Vidal piensa instalar una vez que las condiciones climáticas lo permitan. Al igual que su negocio que estableció en Quetalco en 1973, la pequeña nave se llamará "El Minero" y tendrá la misma patente del auto que su dueño maneja.

EL TURBIO

EL TURBIO

"Yo trabajé en la mina El Turbio en Argentina desde el año 1968 hasta 1973 y de ahí volví a Chiloé y con las monedas que me traje de allá se me ocurrió poner un negocio porque acá en el sector no había", indicó el comerciante, añadiendo que "la idea mía era esa y como nació con las lucas que se ganaron en la mina dije "le voy a poner El Minero" y por eso el barco se llamará igual".

Tanto de día como de noche es posible apreciar el pequeño barquito con sus tripulantes, ya que la embarcación cuenta con faroles solares que la iluminan en la oscuridad, pero previo a Navidad estará aún más luminosa, ya que su dueño piensa instalar luces navideñas alrededor de la modelo de cartón que le ha dado solamente críticas positivas.

En este sentido, el chilote manifestó que "la gente de afuera pasa preguntado por el bote y la modelo se ha convertido un atractivo, la gente me pide permiso para venir a sacarse fotos y como no soy egoísta los dejo nomás que vengan hasta el muelle, porque ella tiene su propio muelle y ahora que venga el tiempo bueno le voy a poner el letrero del nombre al barco".

Aunque reconoce que hace tiempo que tenía esta idea, inicialmente no pensó que le serviría para atraer a clientes a su negocio, pero así ha sido en el poco más de un mes que está instalado el barco en la laguna.

"Paran los autos para ver más de cerca a la modelo y su barquito y aprovechan de pasar a comprar algo al negocio que está justo al frente", comenta mientras sonríe por su ocurrencia.