Camila Espinoza López - Medios Regionales
El fin del verano tiene a algunos nostálgicos añorando las vacaciones y el sol. El otoño y la menor temperatura puede hacer que algunos no se sientan tan bien como en la época estival, pero no se preocupe de más, ya que existen formas de combatir el desgano.
"Nos afecta el cambio de estación sobre todo por el tema de la luz. Cuando empieza a oscurecer el cuerpo empieza a secretar una hormona que se llama melatonina, que en el fondo es la hormona que nos prepara para ir bajando las revoluciones e ir a dormir. Lo que ocurre entre una estación y otra, aunque no a todo el mundo, es que hay que adaptarse a eso", dice Dominique Karahanian, psicóloga y académica de la Universidad Mayor.
Gustavo Ibacache, coordinador de Desarrollo Laboral de Duoc UC sede Plaza Oeste, también sostiene que en esta época puede ser más complicado enfrentarse con la rutina.
"La llegada del otoño y los días cada vez más cortos provocan, en ocasiones, que surjan ciertos sentimientos o emociones desagradables durante estos meses. Es posible que los días de lluvia puedan provocar tristeza en algunas personas, por lo que hay que poner atención si esta sensación se extiende demasiado", apunta el psicólogo.
Darse un gusto
Ibacache afirma que se puede hacer frente al cambio de estación. A su juicio, es importante que la persona primero asuma cómo se siente. "Lo primero es reconocer ese cansancio y no negarlo", manifiesta.
Otro punto clave es que cada uno busque actividades que resulten satisfactorias y que puedan dar un toque positivo a su jornada. "Se pueden dar ciertas licencias o 'regalonearse' un poco comiendo, por ejemplo, un rico chocolate, que favorece la producción de serotonina: hormona de la felicidad", acota el experto.
Domingo Izquierdo, director de la Clínica Psicológica de la Universidad Andrés Bello, apunta que también ayudará "tener un espacio de ocio, de descanso relevante y que sea gratificante". Aunque en muchos casos parezca complicado darse un tiempo, especialmente cuando ya se retomó la rutina escolar y laboral, consigna.
Fiona Saldívar, psicóloga clínica y docente de la Escuela de Psicología de la Universidad de Las Américas sede Viña del Mar, tiene una opinión similar. "La invitación es a aprovechar de descansar, compartir con nuestros seres queridos y realizar actividades placenteras. El aprovechar conscientemente los momentos de ocio y descanso también optimiza nuestros momentos de mayor requerimiento energético durante el día o la semana. También sirve mucho escuchar la música que nos guste, aprovechar la luz solar, mantener un entorno físico y social agradable y ordenado y, por sobre todo, saber diferenciar lo urgente de lo importante", recomienda Saldívar a La Estrella.
Dormir y comer bien
Otro punto importante para Izquierdo es dormir bien: "Tener hábitos muy básicos de la cantidad de horas de sueño. Que sean de corrido y reponedoras".
Karahanian concuerda en este punto: "Las personas tenemos que tener una buena higiene del sueño. Se ve alterada toda tu vida cuando duermes poco".
Ibacache añade que otro factor importante es nutrirse correctamente: "Mantener una alimentación equilibrada. Los frutos secos merecen especial atención en invierno: aportan energía tanto al cuerpo como al cerebro".
Acortar la rutina
Karahanian también resalta acortar la rutina para acostumbrarse más rápidamente al cambio de estación y no tener tantas complicaciones.
"Ir preparando el cuerpo para estos cambios, procurar que el día termine antes. En el verano había luz hasta las nueve de la noche. Si solía ir al gimnasio hasta las nueve, ahora hacerlo hasta las ocho, porque el cuerpo tiene que acostumbrarse. Tiene un período de acomodación", concluye la psicóloga.