Reflotan el legado linguístico del sacerdote Francisco Cavada
El religioso chilote en la primera mitad del siglo XX resaltó la importancia del dialecto chilote. Hoy diversas personalidades hablan de la necesidad de mantener vivo este castellano diferente e incluso de redescubrir la lengua indígena.
En la Sala Challanco del Museo Regional de Ancud se desarrolló recientemente el coloquio denominado "Cavada y el habla de Chiloé". La instancia tuvo como objetivo analizar la obra lingüística de Francisco Cavada, recordado escritor y sacerdote ancuditano, en el marco del nuevo guión museográfico del recinto cultural.
El castellano que se habla en presenta características particulares, por la presencia de cientos de palabras tomadas del mapudungün y por la conservación de muchos términos del español antiguo; incluso se le considera un dialecto: español chilote. En este sentido para esta institución perteneciente a la Dibam (Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos) resulta imprescindible el poder documentar todo el material alusivo a esta temática, que pueda servir para la educación de las futuras generaciones. Así lo destaca Marijke van Meurs, directora del Museo Regional de Ancud.
"Este coloquio surge de una necesidad que ha visto el museo que tiene colecciones, que tiene nombres indígenas y que nos interesa documentar, nos interesa saber de dónde vienen esos nombres, no solo porque sean colecciones que tiene el museo, sino que es parte de la identidad que tiene Chiloé y que en este momento no estamos reconociendo", comenta.
La antropóloga recalca que la idea es poder contextualizar la obra del religioso en la historia de la lingüística chilena y en la historia intelectual de Chiloé, reflexionando y profundizando la obra del autor, su aporte en el registro, análisis y difusión del habla de Chiloé como elemento central de la identidad cultural del Archipiélago.
"Cavada cuando escribió su libro de 'Chiloé y los chilotes', el identifica una cantidad de palabras en la lengua local, como lo quieras llamar: veliche, huilliche, mapuche, y que nos aportan al conocimiento de la cultura de Chiloé", consigna la profesional.
En esta misma línea la encargada del museo reafirma que "nosotros creemos que el habla actual de Chiloé es una cosa que se tiene que mantener en el tiempo, nosotros somos chilenos y hablamos distinto a los españoles, no tienen por qué los chilotes hablar igual que en el resto del país, creo que es una fortaleza de Chiloé, es parte de su identidad".
Por medio de las exposiciones de diferentes investigadores, los presentes al coloquio pudieron interiorizarse aún más de la relevancia que tiene la forma de hablar en esta parte del país, y de qué manera se puede rescatar en tiempos actuales.
"Estoy hace varios años estudiando la lengua y la toponimia de Chiloé, los nombres, las palabras que quedan supervivientes en el campo principalmente, voy a hacer un diagnóstico y una propuesta de recuperación del mapudungün", señaló David Núñez, antropólogo de la Universidad Austral de Chile (UACh).
No obstante, el profesional asegura que en el Archipiélago aún no se le ha dado la importancia que tiene el lenguaje ancestral. "Hay mucha gente que quiere aprender, se está enseñando en los colegios, pero lamentablemente en Chiloé aún no hay un acuerdo de cómo se debe enseñar, qué variantes, qué forma, qué variedad de la lengua se debe enseñar", esgrime.
Más voces
A su vez, Darío Rojas, doctor en Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, valora la realización de este evento cultural y la influencia de los escritos del sacerdote ancuditano. "Francisco Cavada contribuyó a crear una memoria cultural de la Isla de Chiloé, y en el fondo él se enfocó en cuestiones tan relevantes como el lenguaje por ejemplo y en el lenguaje de Chiloé se puede ver una de las cuestiones más importantes de su identidad cultural, así que la importancia de este tipo de eventos es mayúscula", revela.
Subrayar el habla de Chiloé como una construcción dinámica, propia y única de este territorio, reconociendo sus orígenes indígenas e hispanos, resulta más que necesario al momento de la educación de niños y jóvenes. Es por ello que en este último tiempo las lenguas originarias han ido incluyéndose como asignaturas en las aulas paulatinamente.
Para Ana Caileo, educadora tradicional, inculcar en los niños esta sabiduría es de suma importancia en esta sociedad. "Para nosotros es de mucho valor la aceptación que han tenido los colegios y el aprendizaje que han ido cultivando nuestros pichikeches (niños), que son ellos los que algún día van a ser los weichafes (guerreros). El educar no solo es aprender a escribir o leer, sino que también aprender a tener valores", manifiesta.
Es por ello que la realización de este coloquio constituyó un reconocimiento para los pueblos originarios, el mestizaje y la cultura híbrida forjada a través de los siglos, pudiendo escuchar de la voz de expertos el trabajo que se ejecuta para recuperar la particular forma de hablar en el territorio insular.
"Como decían aquí los historiadores, se han hecho libros y todo, escritos desde la manera en que ellos lo ven, pero no acercándose a nuestra historia y a nuestro pueblo", sostiene Caileo.
"El habla actual de Chiloé es una cosa que se tiene que mantener en el tiempo, nosotros somos chilenos y hablamos distinto a los españoles, no tienen por qué los chilotes hablar igual que en el resto del país..."
Marijke van Meurs,, directora del Museo, Regional de Ancud."
Biografía
Francisco Cavada nació el 9 de noviembre de 1864, siendo hijo de Juan Cavada y de Mercedes Contreras. Cursó estudios primarios en el Liceo de Ancud y secundarios en el Seminario Conciliar de la misma ciudad chilota. Posteriormente seguiría la carrera sacerdotal y sería ordenado el 24 de marzo de 1889, llegando a ser profesor de este último establecimiento educacional.
En el ámbito de las letras se dedicó a la cultura, la historia de Chiloé y el dialecto chilote, publicando en 1910 la obra "Apuntes para un diccionario de provincialismos de Chiloé" y en 1914 "Chiloé y los chilotes" en la Revista Chilena de Historia y Geografía, premiada por el Gobierno de Chile. Posteriormente fue autor de la obra "Diccionario manual isleño". El 6 de diciembre de 1932 fue incorporado a la Academia Chilena de la Lengua.
El hermano de Darío Cavada, también escritor y docente ancuditano, dejó de existir a la edad de 86 años, en 1950.