A través de cómics reconocen vocablos chilotes en la salud
Proyecto "Catay, catay, me pasé a cascar y me crujieron las verijas" se transformó en el inédito manual de lenguaje chilote con el que funcionarios sanitarios aprenden a lidiar con nuestro particular modo de hablar.
El lenguaje es una de las formas de cultura que caracteriza al habitante de Chiloé por su singularidad, que a veces parece otro idioma para los propios connacionales chilenos, tanto así que a ratos algunos declaran no entender nada. Para otros es suficiente para considerarlo un dialecto: el español chilote.
Esta particularidad es, muchas veces, más que incomprendida, factor de dificultad para los profesionales y personal de los servicios públicos venidos de afuera que se avecinan a trabajar en Chiloé, a tal punto que en áreas tan sensibles como la salud pueden llevar a un mal diagnóstico o la incomprensión de los síntomas de algún usuario.
Fue por eso que la Universidad Austral de Chile (UACh) lanzó el manual "Guía de inducción lingüística para profesionales de la salud avecindados en el Archipiélago de Chiloé", que incluye 102 términos, expresiones y construcciones gramaticales que se usan en la provincia, representado de forma gráfica por el diseñador castreño Víctor Alarcón, más conocido como "Chilotito", por su personaje del mismo nombre.
La ancuditana Cristina Torres, enfermera y matrona, académica de la Facultad de Medicina de esta casa de estudios, quien se desempeña en el Instituto de Salud Pública, relató que este es un trabajo que vio la primera luz hace aproximadamente un año, como una tesis, la cual ahora pudo convertirse en un manual impreso que fue entregado al Servicio de Salud Chiloé.
"Son situaciones donde eventualmente pudiera haber falta de comprensión del lenguaje chilote de los pacientes entre los profesionales de la salud", señaló la profesional, añadiendo que "ahora entregamos este manual al Servicio de Salud, para que hagan inducción de personal, sobre todo a los médicos y al resto del personal de salud, incluso los de atención primaria, que necesitan comunicarse muy bien con los pacientes".
De acuerdo a la chilota, "el tema nace de una línea de investigación que tiene la universidad, que se llama Interculturalidad y Salud, y en esa línea de investigación yo acojo ciertos trabajos de tesis que hacen estudiantes y uno de ellos es el que hicieron Natán (Pailalef), Makarena (Sánchez) y Katherine (Orellana), para dar cuenta de cuáles son las diferencias lingüísticas que hay entre el habla chilota y lo que se habla comúnmente en el resto de Chile".
El enfermero Natán Pailalef, uno de los autores del trabajo, comentó que "nosotros realizamos nuestro internado en Chiloé, en nuestro último año de la carrera, que fueron tres meses, desde marzo del 2015, donde realizamos trabajo de campo, con entrevistas y grupos focales en Castro y a profesionales de otros sectores del Archipiélago, en que fuimos recopilando vivencias, para ver cómo los profesionales de la salud que no eran de acá se introducían en el contexto intercultural chilote, sobre todo en el lenguaje".
experiencias
Así fue que comenzaron a sumarse vivencias y anécdotas de trabajadores del área.
"La más icónica de estas experiencias fue de una señora que llegó con su bebé a la consulta del médico y le dijo 'doctor, vengo a que me reconozca la guagua' y el médico pensaba que le estaba hablando la señora sobre la paternidad y se asustó, cuando acá eso significa que la revise", contó Natán con algo de risa.
Para Pailalef, "hay otras situaciones más frecuentes, como por ejemplo de los pacientes que llegan al médico a revisarse los cuadriles, que es la zona de la cadera". "En la investigación nos dimos cuenta que mucho del lenguaje que se usa acá es del español antiguo, que se conserva tal cual", explicó.
Se suman a este otros términos como el "resuello", las "compañeras", las "corvas" o el "chelgue", que en el resto del país son vocablos sin sentido alguno. Otros conceptos, como la palabra arrecho o arrecha, si bien no son entendidos por los connacionales del continente, sí lo son por profesionales extranjeros, como los caribeños.
Aparte de esto, el grupo de investigación fue recogiendo estrategias usadas por los funcionarios para lidiar con las diferencias de lenguaje y una de esas es que siempre dentro del equipo de salud hay un chilote o alguien que lleva algún tiempo en la provincia, los que en su momento han servido de eventuales intérpretes.
Hasta ahí el trabajo era una tesis, que luego se convirtió en un proyecto financiado por la UACh, llamado "Catay catay, me pasé a cascar y me crujieron las verijas", el que se imprimió y se convirtió en el manual entregado al Servicio de Salud Chiloé, en el que las experiencias recopiladas se tradujeron en coloridas viñetas del trabajo de Víctor "Chilotito" Alarcón, quien humorísticamente dio cuenta del choque cultural de los afuerinos y sus pacientes insulares, representando las típicas situaciones por las que han tenido que pasar en su paso por el Archipiélago, con más de algún cómico mal entendido.
Además del trabajo impreso, existe la guía en forma virtual, en un fanpage de Facebook.
La iniciativa es valorada por la directora del Servicio de Salud Chiloé, Marcela Cárcamo, quien reconoció el aporte de la publicación. "Muchos de los profesionales que se desempeñan en Chiloé vienen de otros lugares y en ocasiones se les dificulta entender lo que nuestros usuarios quieren comunicarles, obstaculizándose la atención; por ello valoramos este esfuerzo que, sin duda, permitirá acercar la salud a la comunidad rompiendo la barrera del lenguaje, ya que nuestros equipos de salud, al conocer estas expresiones propias de la cultura de quienes hemos sido criados en Chiloé, podrán brindar una atención más cercana a nuestra comunidad".
La personera argumentó que "esta guía viene a apoyar la relación entre los equipos de salud y los usuarios, ya que quien está brindando una atención al paciente comprende y se comunica con códigos locales con su usuario, logrando que este sienta mayor confianza, lo que permitirá generar una mejor atención".
Acotó Cárcamo a esta reflexión que "en la mayoría de los casos, son los pacientes los que piden a los profesionales de la salud que les expliquen en lenguaje simple su dolencia y el tratamiento a seguir, pero en Chiloé, muchas veces son los que prestan las atenciones quienes deben pedir a sus usuarios que les expliquen a qué se refieren con sus dichos".
"Son situaciones donde eventualmente pudiera haber falta de comprensión".
Cristina Torres,, académica de la UACh."
"En la investigación nos dimos cuenta que mucho del lenguaje que se usa acá es del español antiguo".
Natán Pailalef,
enfermero, coautor del manual."