La calle Centenario de Chonchi es hoy el mayor y más unitario conjunto urbano de carácter patrimonial de la provincia de Chiloé. Esta condición dada por las casas y casonas que heredamos de la época de oro de la explotación del ciprés es un testimonio único de una forma de vida y una memoria colectiva que desde el Colegio de Arquitectos de Chiloé nos interesa rescatar y destacar, así como tantas otras expresiones del patrimonio cultural chilote.

Hoy vemos con preocupación, el nivel de deterioro en el que estos inmuebles se encuentran y en particular como una de ellas recientemente fue desmantelada, quedando únicamente en pie su fachada a modo de una escenografía urbana, perdiendo en gran medida su integridad y valor arquitectónico.

Nuestro Colegio, lamenta que se haya precipitado la destrucción de este patrimonio, que sentimos como una pérdida para el bien común y la identidad de Chiloé. Asimismo, lamentamos la escasez de recursos e interés por parte del Estado por recuperar estos inmuebles, que dificultosamente pueden ser mantenidos por sus actuales propietarios.

Quizás con mayores voluntades coordinadas y mayor interés de los distintos actores vinculados a la gestión patrimonial se pudo haber planteado en este caso un proyecto de restauración integral, que plantease un desarme cuidadoso y posterior re-estructuración utilizando las maderas que se pudiesen salvar, imitando en parte el proceso que hemos visto en las restauraciones de las Iglesias Patrimonio Mundial, traspasando el conocimiento adquirido en esas obras a la arquitectura civil, que tanta falta hace que sea incorporada en las políticas públicas de salvaguarda del patrimonio arquitectónico.

Esperemos que esta desafortunada situación sirva como punto de inflexión y de alerta para que nuestras autoridades aborden el compromiso de mantener nuestro patrimonio vivo sin perjudicar la calidad de vida de sus habitantes, buscando una revitalización y puesta en valor de este conjunto urbano, declarado como Zona Típica hace más de 15 años, en los cuales lamentablemente han faltado los recursos y han sobrado en demasía las dificultades para conservar sus valiosas casas patrimoniales.

Jorge Espinosa Cereceda,

presidente Delegación Chiloé Colegio de Arquitectos de Chile

Para nadie es una sorpresa las múltiples complicaciones que implican las notarías para el desarrollo de diversos trámites; los notarios son un sistema burocrático y constituyen per se un oligopolio legal cuya falta de competencia redunda en la imposibilidad de controlar y exigir un buen servicio, así como acceder a buenos precios. Junto con ello, los notarios son funcionarios designados a dedo por el Presidente de la República, por tanto fácilmente operadores políticos que deban ciertos favores al poder, de tal forma de responder con una serie de malas prácticas, como la obstaculización a la constitución de referentes políticos de diferente signo respecto de quienes los pusieron en su cargo. Esto que parece tan simple es a su vez sumamente problemático. Urge repensar el sistema notarial chileno, de tal forma de abrirlo a la competencia, eliminando las designaciones y complicidades con el poder.

Diego Villalobos León