Chono "vuelve" al lugar donde fue descubierto
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Un hallazgo fortuito de osamentas humanas realizado el 10 de septiembre de 2012 a las 10.30 horas por Hugo Nilsson en un predio de su propiedad ubicado en la localidad de Santa Rosa, comuna de Quellón, ha devenido en una serie de estudios científicos para analizar esta valiosa pieza arqueológica que, probablemente, indicaría que se trata de un antiguo habitante chono del sur de la Isla Grande.
En aquel tiempo mientras el vecino cavaba las bases para la construcción de un fogón en el lugar, de pronto fueron surgiendo piezas del cráneo de una persona, lo que incluso movilizó a personal policial para hacer las pericias correspondientes.
De ahí tomó constancia el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), a través de Felipe Montiel, coordinador en Chiloé del organismo, quien se apersonó y dirigió el rescate de las osamentas, en virtud que el cuerpo hallado correspondería a un entierro dentro de un antiguo asentamiento indígena. Se enviaron los restos a la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile para someterlos a estudios en el Laboratorio de Antropología Física de esa casa de estudios. El arqueólogo a cargo de retirar el hallazgo fue Ernesto Sepúlveda.
El pasado 27 de noviembre el habitante más antiguo que se conoce de la comarca "volvió" a la tierra donde desarrolló probablemente su vida. Si bien no fue posible traer los restos originales, por un tema legal y ético, sí se envió una réplica desarrollada en la Universidad de Chile para ser depositada en el mismo lugar donde fue encontrado el indígena.
Ese día se reunieron en el predio de Nilsson científicos que, desde sus respectivas especialidades, han estado vinculados al hallazgo y al intento de develar sus misterios. Una de ellos, Maria Antonieta Campano, licenciada en Antropología Física de la U. de Chile, da luces al respecto: "Vino un equipo liderado por un arqueólogo y excavaron cuidadosamente capa por capa para entender cómo fue el entierro, tratando de rescatar la mayor cantidad de información posible. Hicieron un registro, sacaron fotos y lo embalaron de forma adecuada, de acuerdo a los protocolos y estándares establecidos. Luego se envió a la universidad para analizarlo a fin de determinar el sexo, edad y patologías".
data
Sobre la data de las osamentas, Mauricio Moraga, doctor en Bioquímica y académico de la Facultad de Medicina de la misma casa de estudios, explica que "la forma más directa de saberlo es tomar una pequeña muestra en el hueso y fecharla a través del estudio del carbono 14, radiocarbono".
Agregó el profesional que eso no se ha realizado aún y que, por tanto, no hay certeza sobre la fecha exacta de entierro. Se requiere cumplir con protocolos y con financiamiento. "Datar osamentas tiene un costo que es muy difícil de solventar si es que no es dentro de un proyecto, y estas no están dentro de ninguno de los que se han desarrollado; por consiguiente, no se dató. Ahora, la idea nuestra no es solamente la puesta en valor, sino que tratar de fecharla en un tiempo cercano", comparte.
Ahondó Moraga diciendo que también se pueden hacer análisis de isótopos estables y esos estudios hacen posible determinar la dieta, al menos general, para distinguir entre una dieta marina, con productos del océano, o de una dieta continental, lo que permite contextualizar la época en que vivió, de acuerdo a lo que se sabe sobre las fechas de introducción de algunos productos para el consumo en Chiloé.
humedad
En cuanto a hallazgos de restos biológicos o de vestimentas, Campano argumenta que tanto el clima como la característica de los suelos hacen que se deterioren rápidamente tejidos orgánicos, trazos de textiles o cueros, debido a que la humedad existente los degrada.
La certeza de que se trate de un individuo chono no es concluyente. El profesor Moraga comenta que "es posible y no posible. Cuerpos de chonos se han hallado en toda la distribución que ellos tenían, cuando los navegantes se toparon con ellos. Existen muchos sitios desde las Guaitecas al sur y se sabe bastante al respecto".
Agrega el científico que se han estudiado restos de estos indígenas en esa zona geográfica, no en Chiloé, por la vía del ADN mitocondrial, arrojando lo que él califica "como un poco distintos a otros grupos indígenas, pero no es todo o nada, no es que se pueda decir de un individuo que es chono. Lo que se puede decir es que dentro de los restos analizados de población chona hay ciertas variantes de ADN mitocondrial más frecuente que en huilliches".
No obstante, Moraga indica que por la zona y por el conchal donde se encontró este cuerpo debería ser de esta etnia.
La antropóloga Campano adelanta que lo que sigue a continuación es poner en valor, realzar y entregar a la comunidad los resultados de la investigación. Asimismo, menciona que no es tan simple excavar y buscar elementos, ya que existe una ley, la 17.288, que reglamenta estas acciones debido a la escasez de estos recursos y la probabilidad de alterar el contexto arqueológico.
Ricardo Verdugo, médico veterinario, doctor en Genética y profesor de esa materia en la Universidad de Chile, también llegó al sitio como parte del equipo que estudia los restos. "Estoy acá por un proyecto, que está en su segundo año, sobre los orígenes de los patagones desde Chiloé hasta Tierra del Fuego".
El perito revela que en su casa de estudios es donde se reciben este tipo de hallazgos, precisamente estos restos arribaron a la Facultad de Ciencias Sociales y gracias a la iniciativa se pudo contratar profesionales especializados en el estudio de este tipo de osamentas a fin de realizar un informe acabado de las mismas.
diversidad
Mientras los restos óseos son estudiados en la capital, la réplica traída a Santa Rosa fue financiada por la iniciativa "Patagonia-DNA". Verdugo profundiza al respecto que "utilizamos herramientas moleculares para poder responder preguntas sobre el pasado de las poblaciones patagónicas. Estamos aún generando información y resultados. Los primeros resultados hablan de una diversidad importante dentro del Archipiélago de Chiloé".
Ahonda: "Aparentemente los orígenes no son los mismos si hablamos del norte o del sur de la Isla (Grande) de Chiloé, en lo referido a los primeros pobladores que llegaron. Pueden haber llegado en distintos momentos y a distintos lugares. Ese es el tipo de variación genética que podemos estudiar si disponemos de muestras óseas para extraer y secuenciar el ADN".
El profesional tilda que eso nos conecta con nuestros antepasados y suma que "si hacemos una comparación entre ese ADN con las personas que se identifiquen con un pueblo originario o un chilote o alguien de Santiago, podemos ver quiénes están más relacionados y permite responder preguntas sobre los orígenes".
Volviendo a la antigüedad de las osamentas, el doctor Verdugo manifiesta el rango de fechas es amplio. "En esta región se encuentran desde 300 años atrás hasta varios miles. Por lo tanto, sin hacer el estudio de carbono 14 es imposible saber qué data tienen estas en particular. Vamos a hacer ese estudio y comparar osamentas halladas en las Guaitecas para poder hacer modelos de poblamiento", consigna.
La demora en los resultados, según la misma fuente, tiene más que ver con la dificultad técnica que representa extraer ADN de huesos que han estado mucho tiempo enterrados, que a la falta de recursos económicos para hacerlo. De hecho, comenta que fue enviada una persona a estudiar a Dinamarca, en un laboratorio que es líder mundial en este tipo de investigaciones y que entre sus logros cuenta el haber secuenciado el genoma del Neanderthal, cuya data es mucho mayor a los restos de Santa Rosa.
Finaliza afirmando que los científicos esperan volver el próximo año a Quellón al sitio del hallazgo, con los resultados finales de la indagación, a objeto de comunicarla a la comunidad.
emprendedor
El más feliz con todo esto es el propietario del predio, Hugo Nilsson, quien acaba de inaugurar un fogón que espera tener abierto durante todo el año. "Esto nace de un emprendimiento familiar que teníamos en mente. Un fogón como destino turístico. Trabajando la tierra para esos propósitos encontramos las osamentas e hicimos la denuncia correspondiente con las policías. Trabajamos en conjunto con las autoridades y las oficinas correspondientes, lo que dio sus frutos", cuenta.
Subraya el emprendedor que "lo más importante es que es para la comunidad, son parte de esto y que nadie se sienta ajeno. Yo puedo ser dueño del terreno pero no me considero dueño del sitio (arqueológico)".
Al lugar, que incluye camping y el fogón para disfrutar de la gastronomía local, pueden acercarse turistas, estudiantes y delegaciones para visitar la réplica del habitante más antiguo de Santa Rosa, y aprender en un lugar hermoso junto al estero Huildad algo más sobre los orígenes de los habitantes que poblaron primeramente la comuna, el Archipiélago y la Patagonia. J