Ensayo busca respuestas para mejorar praderas
Carolina.Larenas@laestrellachiloe.cl
Tras casi 20 años, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), comenzó un ensayo experimental de praderas en Chiloé. Por tres años se extenderá este trabajo que busca solucionar los problemas que los productores han planteado en las condiciones en las que ellos desarrollan su actividad.
En el sector de San Antonio y gracias a la colaboración del productor Raúl Troncoso se estableció una parcela demostrativa, investigación que considera una hectárea en la que se experimenta con cuatro tratamientos.
Avena strigosa
Se trata de un trabajo que el INIA realiza en forma conjunta con el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), con lo que se generaron las condiciones para el establecimiento de una parcela demostrativa en una hectárea de superficie, la que se subdividió en tres potreros de dimensiones similares por medio de cerco eléctrico.
En este sentido, el director regional del INIA, Rodrigo de la Barra, sostuvo que "lo que estamos haciendo aquí es el resultado de un diálogo con los productores", sumando que el organismo por años desarrolló ensayos, pero los hacían los profesionales de la institución para los agricultores, pero sin consultarles lo que se iba a realizar.
Tanto los profesionales del INIA como los asesores técnicos y los productores formarán parte de la evaluación permanente que se realizará de este ensayo. Incluso, recientemente se firmó el convenio de colaboración entre las partes.
"Vamos a estar evaluando el avance de estos tratamientos y de estas mezclas de variedades, con distintas formas de manejo y de fertilizaciones y a partir de este proceso, que en el fondo es investigación participativa, vamos a poder ir desarrollando nuevos ensayos, vamos a poder ir abordando nuevos problemas".
Asimismo, el profesional expuso que "nosotros pensamos que es una nueva metodología que estamos instalando para quedarse en el territorio y nos va a permitir abordar los temas no solo en praderas, sino que en otras áreas de trabajo como papas, ovinos y en horticultura".
De acuerdo a lo indicado por el ingeniero agrónomo este sistema de trabajo participativo ha sido exitoso en distintos países desarrollados, logrando avances significativos en materia de tecnología agropecuaria.
Como parte de este convenio entre el INIA y el agricultor, está considerado que este debe compartir los resultados entre sus pares y para eso, dentro del período en el que se extenderá el estudio, se realizarán visitas a esta experiencia.
Recomendaciones prácticas de qué variedades de praderas se deben sembrar, en qué momento, con qué y cuáles fertilizaciones se consigue más forraje para conservar y con cuáles se obtiene un mejor pastoreo son algunos de los resultados que se esperan de este ensayo.
"Queremos que esto genere un efecto irradiador hacia los productores que están en este mismo territorio, haciendo la misma producción y, desde ese punto de vista, tratamos de que la tecnología sea menos libro y sea más cosas que ver y preguntar inmediatamente", afirmó el director regional del INIA.
Una vez que comiencen a observarse los primeros resultados en la parcela, también se iniciarán los días de campo para que otros agricultores de la zona puedan aprender de esta experiencia.
ÚLTIMOS
Entre los años 1996 y 1998, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias efectuó los últimos ensayos de este tipo en la provincia, los que fueron restaurados no solo en Chiloé, sino que en distintos puntos de las regiones de Los Lagos y Los Ríos, siempre a partir de las demandas territoriales realizadas por los agricultores.
45 hectáreas tiene el predio del agricultor que accedió a participar de este estudio, de las que destinó una a la investigación. Se trata de un campo que está ubicado en San Antonio, a 15 kilómetros de la ciudad de Ancud.
En este sentido, su propietario, Raúl Troncoso, argumentó que en este caso la pradera demostrativa surge en el contexto de mejorar el pasto, principalmente para animales bovinos.
"Se logró un acuerdo y ya somos testigos de la siembra que existe en el lugar y de la cual los favorecidos son los animales de la raza angus básicamente", puntualizó el agricultor.
Que los animales estén mejor alimentados, lo que se traduciría en un mejor precio final, espera Troncoso que produzca este estudio, además de tener un mejor manejo de pradera para enfrentar los períodos de sequía, como el ocurrido durante la temporada estival pasada.
A su vez, la seremi de Agricultura, Pamela Bertín, puso énfasis en el compromiso ministerial con la pequeña agricultura, explicando que "el trabajo en esta parcela implica que nosotros podamos transferir tecnologías no solo al agricultor donde esta implementada la pradera, sino que también a los pequeños agricultores usuarios de Indap, a los asesores, y que con su experiencia en terreno se puedan dar a conocer las prácticas y resultados de este proyecto a sus pares generando el mayor impacto posible". J